A finales de julio o los primeros días de agosto la humanidad habrá llegado a 8.000 millones de personas, según el indicador countrymeters, que evalúa la evolución demográfica.Algún otro retrasa unos meses el acontecimiento, pero no cambia lo fundamental: estamos ya en 8. ... 000 millones de habitantes en el planeta o a punto de llegar a esa cifra.

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El crecimiento exponencial se ha producido los dos últimos siglos, un breve espacio en los milenios transcurridos desde la aparición de la especie humana. Se calcula que a lo largo de historia ha habido alrededor de 106.000 millones de personas. Hoy vive en torno al 7% de toda la población que ha existido nunca.

La aceleración demográfica comenzó la segunda mitad del XVIII. El mundo alcanzó los 1.000 millones de personas hacia 1830 como consecuencia del progreso industrial y científico. En los siguientes cien años se duplicó la cifra al lograrse los 2.000 millones en 1928. El planeta volvió a doblar la población en menos de 50 años: hacia 1975 ya sumaba 4.000 millones. Duplicar esa cifra y elevarla hasta los 8.000 millones ha llevado un tiempo parecido, casi medio siglo.

Pero la población mundial no crecerá de forma ilimitada. Desde 1974 ha aumentado mil millones cada doce o trece años, aproximadamente, lo que sugiere un ascenso imparable. Sin embargo, los aumentos en similares espacios de tiempo se producen sobre una población cada vez mayor, por lo que en realidad se crece cada vez más despacio. Actualmente retrocede la tasa de crecimiento. Alcanzó su máximo ritmo hacia 1968, con el 2,1% de incremento anual, y después el ritmo se ha reducido. Según la proyección de la ONU, a finales de siglo habrá caído al 0,1% anual. Antes, hacia 2060, la población mundial empezará a estabilizarse alrededor de 11.000 millones de personas, quizás menos.

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El África subsahariana concentrará en 2050 una cuarta parte de la humanidad

En los países más avanzados, el crecimiento se ha detenido ya y, como consecuencia de la caída de la fecundidad, no tienen asegurado el reemplazo generacional. Su eventual incremento, e incluso el mantenimiento de la población, solo será posible por la inmigración. En muchas áreas del Tercer Mundo, sobre todo en África, continúa el avance a un ritmo rápido, pero verosímilmente sus comportamientos demográficos serán similares a los experimentados por otras sociedades.

El crecimiento se ha producido por la llamada «transición demográfica», que comenzó en Europa a finales del siglo XVIII y se extendió a otros continentes durante el XX. Ella explica también las previsiones de que la población mundial se estanque dentro de unas décadas.

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Con la transición demográfica, diversas circunstancias (más alimentos, mejoras sanitarias e higiénicas, etc.) hacen caer la tasa de mortalidad. Pero tiene una segunda fase, cuando se reduce la tasa de nacimientos por el control voluntario de la natalidad. Influyen también factores como la supervivencia de más hijos por familia o la percepción de los mayores costes por hijo. El lapso de tiempo que transcurre entre la caída de las tasas de mortalidad y natalidad supone un 'boom' demográfico, a veces de muchas décadas de duración.

La transición demográfica se produjo primero en Europa. A mediados del XX afectó a Asia, América Latina y África, con transferencias de tecnologías médicas, nuevos medicamentos como sulfamidas y antibióticos, vacunas y el uso de plaguicidas en el campo. La reducción de la mortalidad en esas áreas fue rápida, más que en Europa durante el siglo anterior. Ha seguido después la baja de la tasa de natalidad. En algunos países asiáticos comenzó en los años setenta. A Latinoamérica llegó a finales del siglo XX. Avanza lentamente en África, donde ha empezado en los países del sur del continente.

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El desfase entre la caída de la mortalidad y natalidad en el Tercer Mundo ha hecho que continuase la expansión demográfica iniciada en Occidente. Entre los efectos más sobresalientes está la aparición de países con una población enorme. Destacan, con más de 1.400 millones, China e India. India superará pronto a China y, según los cálculos, será el país con más habitantes de todo el planeta hacia 2027.

América Latina tenía en 1950 una población algo superior a la de Estados Unidos (168 millones frente a 152). Hoy la dobla (648 frente a 330), pese a que la estadounidense ha crecido por la inmigración, especialmente de latinos. África subsahariana tenía en 1950 unos 200 millones, el 8% del total mundial, hoy supera los 1.100 millones y se calcula que hacia 2050 llegara a 2.500 millones, una cuarta parte de la humanidad. Esa evolución plantea el problema de lograr un similar crecimiento de la producción, pues el aumento de la población está absorbiendo algunas mejorías socioeconómicas.

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Se calcula que hacia 2100 ocho de cada diez personas vivirá en Asia o en África o procederá de estos dos continentes. El cambio es radical: en 1900 Europa aportaba el 24% del total (hoy es el 6%). Aumenta la población y se transforma el perfil del mundo.

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