Fundación Gizakia, entidad promotora de Proyecto Hombre Bizkaia, cumple cuarenta años comprometida en la atención a personas con adicciones y sus familias. En los años ... 80 la crudeza de la droga aparece en nuestra sociedad. La heroína recorre las calles, creando una alarma social sin precedentes. En 1985 la Diócesis de Bilbao y Cáritas ponen en marcha Proyecto Hombre de Bizkaia, para dar respuesta a esta situación desde una visión humanista hacia las personas drogodependientes. La inseguridad ciudadana, las muertes por sobredosis y las infecciones vinculadas al consumo de drogas hacían que estas fueran noticia de portada y tema recurrente de conversación.
Hoy, las adicciones ya no están entre las cuestiones que más preocupan, aunque siguen presentes en nuestra sociedad. Muchas personas viven con un problema de adicción a sustancias como el alcohol, la cocaína, el cánnabis, la heroína, las pastillas o los psicofármacos y/o a comportamientos como el juego, el uso excesivo e inadecuado de redes sociales, el sexo o las compras, entre otros.
Se habla poco de ellas, salvo cuando puntualmente alguna nueva sustancia o problemática despierta la alarma social. Se normaliza el consumo, no solo de alcohol, sino de otras sustancias, en ocasiones vinculadas a espacios de ocio, y se reduce la percepción del riesgo. Esta mayor exposición a las sustancias hace que el riesgo de padecer una adicción y desarrollar una patología mental, en personas susceptibles, se multiplique.
La realidad de las adicciones ha cambiado mucho, es muy diversa y se ha podido avanzar de forma extraordinaria en la comprensión de esta problemática y en la búsqueda de abordajes profesionalizados con resultados contrastados. Hay mucho más conocimiento, recursos y experiencia que han contribuido al desarrollo de redes de atención que responden a los problemas de salud, exclusión social y empleo.
Los estereotipos del imaginario social hace tiempo que no responden a la realidad. A Gizakia acuden perfiles muy diversos: desde personas con consumos de cocaína y alcohol que cuentan con una estructura familiar organizada y cargos de responsabilidad, hasta el perfil más tradicional de persona adicta en una situación de exclusión y vida desestructurada, pasando por mujeres víctimas de violencia machista con problemas de adicción, jóvenes y adultos con problemas de juego y apuestas deportivas socialmente adaptados y hombres en los que se mezclan consumo de sustancias, juego y sexo.
Gizakia también ha cambiado, atenta a los avances y a las nuevas necesidades, aprendiendo de la experiencia y trabajo directo con las personas. Ellas son el eje central de nuestra fundación, que ha desarrollado un amplio abanico de programas que, avalados por la evidencia científica, abarcan desde la prevención de conductas de riesgo en adolescentes hasta una completa oferta de tratamientos para todo tipo de adicciones.
Los itinerarios son flexibles, adaptados a las situaciones de cada persona. Abarcan desde la atención comunitaria y la reducción de daños a completos programas de tratamiento para adicciones a sustancias o comportamentales. La experiencia y el camino recorrido permiten ofrecer tanto espacios específicos de mayor intensidad (como tratamientos residenciales o centros de día) como otros de carácter ambulatorio, compatibles con el mantenimiento de la vida laboral y social. Las personas con adicciones en situación de exclusión, o en riesgo de padecerla, requieren respuestas específicas, que integren apoyos sociales, sanitarios, educativos, laborales... Itinerarios que las acompañen en sus procesos y futuro. Aquí es donde la colaboración entre administraciones y entidades sociales es imprescindible para poder cubrir sus necesidades.
Hemos atendido a 14.922 personas (17% mujeres) por problemas de adicción, y acompañado a 7.918 familiares. También hemos tratado a 1.969 adolescentes (32% mujeres) con inicios de consumo, problemas con el juego, la tecnología o conductas de riesgo, e intervenido también con 6.001 padres y madres. Asimismo, hemos acompañado a 15.998 personas (49% mujeres) para que puedan incorporarse al mercado laboral.
Son 40 años y 46.808 historias de esfuerzo y superación, que han podido ser atendidas y acompañadas gracias a la visión de la Diócesis de Bilbao y Cáritas y a la confianza que todas estas personas han depositado en nosotros. Gracias a todos los que han formado y forman parte de Gizakia y al apoyo recibido de administraciones públicas, instituciones privadas y miles de personas anónimas. Con su ayuda han permitido que este proyecto salga adelante.
Continuamos a pie de calle para responder a las dificultades vitales de las personas fomentando su integración social y ofreciendo una intervención integral y de calidad. ¿Nos ayudas?
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