Estamos más conectados que nunca. Tenemos la mejor red de fibra de Europa, que llega a un 86,08% de los hogares y empresas rurales, al 95,1% del conjunto del país y que se continúa expandiendo. España es el tercer país de la OCDE ... en este campo, sólo superado por Japón y Corea del Sur. Contar con redes avanzadas hace posible impulsar la innovación y mejorar la productividad, lo que sin duda nos coloca en una posición ventajosa para destacar a nivel internacional. ¿Y ahora qué?
En primer lugar, hay que terminar de igualar el territorio rural y urbano con la fibra óptica. En segundo lugar, el importante desarrollo de fibra también nos sitúa en ventaja para el despliegue del 5G, ventaja que no debería de ser desaprovechada. Y ha de ser un objetivo prioritario impedir que la brecha digital se reabra con el 5G, lo que no se logrará si su evolución se deja exclusivamente en manos de los tres operadores que han adquirido el espectro.
Fibra y 5G son los pilares para acelerar la digitalización de personas y empresas en cualquier entorno. En zonas rurales, espacios llenos de oportunidades empresariales, digitalizar la economía es la única posibilidad de que tengan un futuro.
Las redes de FTTH (fibra hasta el hogar) están diseñadas para afrontar el aumento exponencial del tráfico de datos en los próximos años. De hecho, el operador alternativo -local o neutro- ya trabaja con tecnología que permite dar al usuario final 10 Gb simétricos.
Precisamente la calidad de la red y la ubicación estratégica de España la han convertido en un lugar donde tocan tierra grandes cables submarinos intercontinentales como el de la playa vizcaína de Sopela. Y también en el territorio adecuado donde instalar grandes centros de datos para el sur de Europa, con 70 en activo y más de una veintena en proyecto. Otro de los pilares de la economía digital.
La fibra se sigue extendiendo con iniciativa privada y público-privada. Los operadores alternativos han asumido más del 70% de los incentivos del programa Único Banda Ancha desde 2021, enfocados en llegar a los núcleos más pequeños del país. Para su ejecución efectiva y en plazo, todo el sector ha hecho un llamamiento a las administraciones para agilizar los trámites de concesión de permisos.
Otros dos ejes de futuro son las redes 5G y el impulso a la digitalización, este último con tres pilares: la nube, el llamado internet de las cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial. La conectividad móvil será crucial porque permitirá dar el mismo servicio que la fibra cuando salgamos de casa. Pero, eso sí, debe ser el 5G Stand Alone, que tiene tiempos de respuesta de milisegundos (latencia) y viaja sobre la banda de 3,5 Ghz. Hoy cubre el 58% de la población y no está previsto que llegue pronto a zonas rurales. Allí se pretende resolver este servicio con la banda de 700 Mhz, de mayor alcance, pero también con mayor latencia y menor ancho de banda. Su despliegue será más barato, porque se necesitarán menos antenas para cubrir un territorio extenso, pero no proporcionará las ventajas reales del 5G.
Un aspecto preocupante, ya que los avances en tecnología son disruptivos y llegan casi por sorpresa con grandes exigencias de red, como ocurrió con el 'smartphone', que requirió del 4G, aunque este tardó casi una década en desplegarse en zonas rurales. Debemos preparar las redes rurales móviles. Un empeño en el que el operador alternativo puede apoyar este avance.
En paralelo, hay que apretar el paso en la transformación digital. En la actualidad el 66% de la población tiene competencias digitales básicas, 10 puntos más que la media europea; el 60% de los españoles no viviría en un lugar sin conexión a internet y en zonas rurales quienes teletrabajan (22%) casi duplican la media nacional.
En las empresas, la digitalización ha entrado de la mano de los servicios en la nube, con aplicaciones como el puesto de trabajo virtual, y es necesario continuar ahondando en este camino y tomar conciencia de su utilidad.
El uso de sensores (el IoT) también está teniendo un progresivo desarrollo, en especial en logística (trazabilidad), agricultura y ganadería. El País Vasco es junto a Galicia donde más creció la sensórica en 2023, clave para aumentar la productividad de empresas y explotaciones.
Tenemos ante nosotros un nuevo revulsivo, la Inteligencia Artificial, que ha venido a impulsar el desarrollo del IoT, la automatización y la robotización. Avances que serán fundamentales para luchar contra la despoblación y hacer de las zonas rurales lugares donde surjan nuevas iniciativas. Con empresas activadoras como palanca para el cambio, donde las operadoras de telecomunicaciones son un aliado.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.