China ha afrontado una crisis insólita en la era Xi Jinping. Un movimiento de protestas se ha expandido por la nación-continente con un símbolo: la página en blanco. Folios vírgenes que expresan las reivindicaciones y la censura en el país. Los estragos de la ... estrategia de 'covid cero' aplicada por los dirigentes comunistas a la pandemia desencadenada en Wuhan en 2019 se dispararon con el incendio de un rascacielos en Urumqi (Xinjiang). Diez muertos más merecían un homenaje a lo occidental: flores, velas y centenares de jóvenes en excepcional manifestación desgañitándose al grito de «¡Xi Jinping, dimisión!». La brutalidad en la represión reafirma la ineficacia de los valores que el nuevo emperador promueve como alternativa a los universales liberales.
Publicidad
Desde las manifestaciones de Tiananmén en 1989, una protesta de amplitud nacional resultaba inconcebible en el imperio del Medio. Shanghái, Pekín, Nankín, Cantón, Zhengzhou, Chengdu… se rebotan contra las inhumanas condiciones de confinamiento. Las puertas bloqueadas del inmueble de Urumqi colmaron la rabia de tanto encierro en megalópolis, barrios, fábricas y universidades.
A escala de China, estas insurgencias son cuantitativamente marginales. Numerosos ciudadanos siguen convencidos de que, dado el tamaño del país, la política de 'covid cero' es la mejor fórmula para evitar contagios y decesos. Ahora bien, el debate está en la calle. La retransmisión de la Copa del Mundo de fútbol les ha revelado que las masas de los dos hemisferios viven sin máscara. Las cadenas de televisión chinas hacen proezas para ocultar las imágenes sin protecciones especiales en los estadios de Qatar. ¿Cómo puede ser que la desesperación de los chinos frente a un virus sea una banalización fuera de su territorio? Un 'héroe' de Chongqing osó resumirlo: «Nos están torturando por un simple resfriado».
La respuesta a los descontentos del 'covid cero' implantado en abril de 2021 no era fácil. Pero de no aflojarse los confinamientos draconianos, como ha empezado a haber el Gobierno, una deflagración social podría suceder a las protestas que exigen «menos tests y más libertad». Poner fin masivamente a los encierros conlleva la expansión de la epidemia. Con cifras récord, con varias decenas de miles de nuevos contagios por día, la crisis sanitaria requiere una profunda reconducción.
Publicidad
Vacunar a mansalva a los mayores, sosteniendo la campaña en el tiempo, puede ser una salida, explican desde el Instituto de Salud Global de Ginebra. Menos del 70% de los chinos de más de 60 años cuentan con tres dosis del antídoto, proporción aún menor cuanto más viejos. Preferencias por las medicinas tradicionales, respeto al anciano, miedos a los efectos secundarios, al contagio en los hospitales son obstáculos para la administración de las vacunas.
Aún así, la clave de bóveda es confirmar la eficacia de las vacunas chinas. Disponemos de centenares de estudios sobre la efectividad de las de ARN; apenas un puñado de Chinovac, denuncian los expertos. El orgullo y el prurito nacionalista de negarse a recurrir a fármacos creados fuera de China, con demostraciones previas, con favorables resultados, mantienen a Xi Jinping en su obstinación. Como afirmaba el 'Diario del Pueblo' en marzo de 2020, se trata de demostrar al mundo «las significativas ventajas del sistema socialista de características chinas».
Publicidad
Ante el incremento descontrolado de la pandemia, las revueltas en las calles y las redes sociales, la ralentización de la economía, los dirigentes comunistas han pasado a 'covid cero dinámica'. La 'flexibilidad' de esta línea se traslada a la propaganda del régimen. Artículos en los medios oficiales presentan ahora la covid-19 como una enfermedad benigna, insistiendo en dar preferencia a la vida de los ciudadanos por encima de las restricciones drásticas de protección.
El Gobierno parece dispuesto a ofrecer información científica para desdramatizar la experiencia de ser contaminado. El relato de varias personas afectadas de covid-19 en el medio del Estado 'Xinbeibao' (Noticias de Pekín), ampliamente repercutido en Weibo (el Twitter chino), pretende eliminar el miedo al contagio y ceder en el 'covid cero'. La apertura de grupos de trabajo para la vacunación de los 'seniors' y la educación en los beneficios de la inmunización fueron aplaudidos con repuntes en las Bolsas de Hong Kong y de Shanghái.
Publicidad
Paralelamente, la seguridad del régimen llama a «combatir los actos ilegales y criminales que perturban la estabilidad de la sociedad». La policía detiene en la vía pública, en domicilios, puestos de trabajo, requisa los teléfonos y expande su pandemia de identificación de los 'díscolos.'
Frente a la supuesta incompetencia de los occidentales para contener el virus, la soberbia de un político sordo a las necesidades inmediatas de su pueblo. ¿Importará Xi Jinping las vacunas occidentales de ARN mensajero?
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.