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Es hora de acometer una reflexión sobre el carácter de servicio público de la Formación Profesional concertada en Euskadi y, para ello, se deberían analizar ciertos aspectos que lo componen.
Tres aspectos de análisis, el jurídico, el internacional y el local, que aportan, cada uno ... desde su perspectiva, una parte del significado de lo que representa ser un centro de FP concertado en Euskadi, un tipo de centro con una misión inequívoca de prestar a la sociedad un servicio público de calidad, con un valor económico, profesional, humano y social, dirigido a jóvenes, familias, empresas y distintos agentes de la sociedad.
Una primera vía de aproximación es el aspecto más jurídico del tema. Los centros docentes del sistema educativo, en función del tipo de titularidad y del carácter de los recursos que aseguran su sostenimiento, se clasifican, por una parte, en centros privados, que funcionan en régimen de mercado, y por otra, en centros sostenidos con fondos públicos, y dentro de éstos, en centros privados concertados y en centros de titularidad pública.
El sostenimiento público de los centros docentes privados, que junto con los públicos garantizan el ejercicio del derecho a la educación, se materializa a través del régimen de conciertos educativos y, por ello, la actividad educativa que realizan bajo este régimen tiene la calificación de servicio público en una norma con rango de ley (artículo 108 de la Ley Orgánica de Educación). Procede mencionar la sentencia (24 de marzo de 1997) del Tribunal Supremo que considera la enseñanza concertada como un servicio público.
Además, otra sentencia (21 de julio de 2000) del Tribunal Supremo afirma que el régimen jurídico sobre conciertos educativos busca ante todo satisfacer intereses de toda la comunidad educativa, o de la sociedad misma, contribuyendo a la efectividad del derecho a la educación.
Una segunda forma de acercamiento reside en analizar la referencia europea, es decir, en entender el funcionamiento de los sistemas de FP de los diferentes países de Europa para contraponerlos a la realidad de los centros de FP concertados de Euskadi. Visitar y analizar la formación profesional de Holanda, Escocia, Eslovenia, Finlandia, Dinamarca… es comprobar que sus centros de FP están financiados con fondos públicos y gestionados de una forma privada, autónoma, sujeta a indicadores y directrices de la Administración pública correspondiente y regulada mediante criterios de eficiencia acordados entre las partes. Son los propios centros, recurriendo a su capacidad de autonomía de gestión, los responsables de contratar y gestionar a las personas más adecuadas para llevar adelante su proyecto formativo y tratar de alcanzar los objetivos establecidos y consensuados con la Administración.
Un concepto social de educación pública, de servicio público a la sociedad y al país, que no está sustentado en la gestión directa de la propia Administración sino en el empoderamiento de los centros de FP para asumir una responsabilidad y un compromiso pactado con las instituciones públicas, que permitan alcanzar, entre todos, unos objetivos de excelencia que aseguren la igualdad de oportunidades de la sociedad y que caractericen el nivel de la Formación Profesional del país.
Una tercera vía de llegada es la que representa la Ley 4/2018, de 28 de junio, de Formación Profesional del País Vasco. Un texto ambicioso en el que se impulsa un nuevo modelo de centro de FP, el Centro Especializado en el Modelo Combinado de Formación Profesional. Así, se expresa que podrán formar parte de la Red Vasca de Centros Especializados en el Modelo Combinado de Formación Profesional aquellos que impartan formación profesional del sistema educativo y formación para el empleo; impulsen proyectos de innovación aplicada y fomenten la cultura emprendedora y la creación de empresas. Es un enfoque que vislumbra un nuevo tipo de centro de FP en Euskadi -los regulados a través de contratos programa-, técnica y profesionalmente bien dotado pero socialmente comprometido, cuya configuración habrá que ir desarrollando y concretando en los próximos años, siempre con la misión de prestar un servicio público de valor a toda la sociedad.
Es, por tanto, momento de ampliar el sentido y el significado del concepto de servicio público, una vocación hacia la sociedad que los centros concertados de FP en Euskadi venimos ejecutando con un compromiso enorme. Una evidencia de que los centros de FP de Hetel, además de ser parte de dicho servicio público educativo, estamos comprometidos con la formación de aquellos alumnos y alumnas que más dificultades encuentran en su itinerario formativo, y que representa que el 50% del alumnado de la FP básica se encuentra matriculada en los centros de Hetel.
En Hetel, a ese compromiso por prestar un servicio público de calidad a la sociedad a la que nos debemos lo llamamos abantean!
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