'Cónclave', los estereotipos para un final inclusivo
La película que se estrena mañana presenta cómo la cultura dominante concibe la Iglesia católica y a sus gobernantes
Ariel Beramendi
Comunicador
Jueves, 19 de diciembre 2024, 00:00
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Ariel Beramendi
Comunicador
Jueves, 19 de diciembre 2024, 00:00
Después de trabajar veinte años en el Vaticano, y contar entre mis amigos a algunos cardenales que han participado en los dos últimos cónclaves, me pregunto si valió la pena aceptar la invitación para ver la película 'Cónclave', basada en la novela de Robert Harris.
Creer todo lo que sucede en la película sería como aceptar que el filme 'Jurassic Park' se inspiró en hechos reales.
Antes que nada, el momento en el que se hace pública la noticia no podía ser más perfecto: en estos días los purpurados de todo el mundo están en Roma para la creación de nuevos cardenales, que, por cierto, terminará de transformar los equilibrios internos de este grupo exclusivo creado por el Papa; en unos días más, el Pontífice cumplirá 88 años, y en medio de una ciudad que corre contra el reloj para inaugurar el Jubileo de 2025, los artículos de análisis sobre un posible cónclave continúan reproduciéndose como la espuma.
Y si esto pareciera poco, hace unas semanas, el Papa Francisco ha simplificado las complejas normas para los funerales de los Papas. En definitiva, la película, con el lacónico título 'Cónclave', no podía haber salido al encuentro del público en un mejor momento comercial.
Desde el punto de vista técnico, no se puede negar que el vestuario y la fotografía son de gran calidad, así como la elección de los escenarios inspirados en el Vaticano, ya que dentro de este pequeño Estado no se graban películas sin un estricto análisis de los guiones presentados con mucha antelación.
En la película 'Cónclave', poco a poco, se van mostrando de manera casi didáctica los tecnicismos de la Sede Vacante y de los escrutinios para elegir al Sucesor de Pedro. La magia del séptimo arte transporta al espectador dentro de la Capilla Sixtina mientras los cardenales de todo el mundo votan para elegir al Papa. ¿Quién no alzaría la mano para expresar que le gustaría estar allí observando lo que pasa?
La película dura dos horas, y en la primera parte el contexto narrativo deja espacio a la caracterización de los personajes que representan las facciones polarizadas que, en este momento, se viven no solo en la Iglesia sino en la geopolítica internacional, donde no todo es blanco o negro. Sin embargo, 'Cónclave' presenta a sus protagonistas y coprotagonistas divididos entre ultraliberales y ultraconservadores, mostrándolos como personas ambiciosas dispuestas a todo por el poder. Todos ellos tienen el deseo escondido de ser elegidos como el próximo Papa, hasta el punto de que uno de ellos vota por sí mismo.
A medida que las dos horas de película se van consumiendo, hay elementos inverosímiles que van tomando el protagonismo y se convierten en el eje de la historia. Es el caso de un cardenal 'in pectore' que aparece horas antes del cónclave y que termina siendo elegido Pontífice por los cardenales, quienes no se imaginan que el nuevo Papa Inocencio descubrió en su mayoría de edad que tenía órganos femeninos.
Este elemento central en el que se basa la película es sustancialmente equivocado, porque el cardenalato 'in pectore' no funciona como lo presenta la película. En realidad, es una nómina privada y secreta del Papa, y de hacerse pública el sujeto nominado todavía tendría que ser creado cardenal en un consistorio.
A medida que la historia se desarrolla en la película, las actitudes de los personajes se vuelven más grotescas.
El cardenal italiano Tedesco, ultraconservador, aparece opuesto al cardenal Bellini, abiertamente liberal. Por otro lado, el cardenal Lawrence, quien es el decano del colegio cardenalicio y encargado del cónclave, se revela como un hombre sin fe y sin estatura moral para sus funciones. El cardenal Tremblay, por su parte, encarna la corrupción y logra neutralizar al cardenal nigeriano Adeyemi, e inesperadamente, el cardenal mexicano recién llegado de Kabul es elegido Papa.
En conclusión, esta película representa cómo la cultura dominante concibe la Iglesia y a sus gobernantes. Todavía más, la cinta evidencia cómo la cultura 'woke' concibe la Curia Vaticana. Es decir, que si la finalidad es promover la inclusión y la diversidad, historias como esta no escatiman ningún esfuerzo para reforzar una visión distorsionada y estereotipada de la institución eclesial, olvidando que la Curia Vaticana no es la Iglesia católica, y que la Iglesia católica no es solo la Curia Vaticana.
Si bien hay muchos elementos precisos en la película, son los errores y las acentuaciones de los aspectos negativos los que al final conducen a la conclusión de la historia con un giro inesperado.
¿Los espectadores tragarán todo esto por temor a ofender a los promotores de la cultura inclusiva? Por mi parte, no.
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