Tenacidad operística

La Scala ha tenido una caída de 23 millones de euros en sus ingresos por taquilla, si bien no habrá pérdidas gracias a la reducción de los costes y al apoyo de los patrocinadores privados. Este ejemplo de flexibilidad y previsión y la firme voluntad de seguir adelante y asumir el difícil reto del reencuentro con la normalidad lírica son extrapolables a muchos otros teatros europeos, donde las versiones en concierto, las representaciones semiescenificadas y el cumplimiento estricto de las medidas de aforo han sido hasta ahora verdaderamente admirables. En nuestro ámbito más cercano, el Teatro Real y el Liceo también mantienen su objetivo de iniciar la temporada ordinaria a mediados de octubre. En el País Vasco la ABAO inaugura el 24 de octubre con 'Il Turco in Italia', el primero de sus cinco títulos de la temporada. Aforos al 60%, un mínimo impacto sobre los abonados, flexibilidad y muchas alternativas para garantizar la seguridad de espectadores y aficionados. La verdad es que todos estos formidables esfuerzos de profesionales y artistas por mantener viva la llama de la difusión cultural y operística deberían ser correspondidos con el respaldo del público y con el apoyo de las instituciones y los patrocinadores.

El revisionismo no da tregua. Uno de los ámbitos creativos más escrutados en relación con el debate sobre la desigualdad racial es el de la moda, donde a diario surgen denuncias por actitudes muy poco sensibles. Es el caso del último desfile virtual de la casa Dior, criticado por no incluir en su casting ninguna modelo de color. Se trataba de una película que respondía al título de 'El mito Dior', con el que Maria Grazia Chiuri invocaba la inspiración de personajes mitológicos, todos ellos representados con modelos de raza blanca. Críticas también para Virgil Abloh, el primer director creativo de color en la línea masculina de Louis Vuitton, por el simple hecho de censurar los pillajes que siguieron a la muerte de George Floyd. Ya se ve que la sensibilidad está a flor de piel. Tanto como para que todos prometan diversidad en los castings, para que Dior destine un millón de euros para becas de jóvenes afroamericanos o para que el Grupo Kering (Gucci, Balenciaga, Saint Laurent) incorpore en su consejo a Emma Watson, la actriz y activista en favor de la sostenibilidad y la igualdad racial.

El movimiento se demuestra andando. Lo digo por el cine, la apertura de las salas y los estrenos. No sin riesgo, Santiago Segura ha dado una gran lección con la decisión de estrenar su última película, 'Padre no hay más que uno 2'. En su primer día en las pantallas la cinta acaparó el 70% de la taquilla española, recaudó 460.000 euros y encima aportó un enorme impulso al conjunto del sector. Está claro que los espectadores quieren ir al cine, quieren estrenos y no se contentan con reposiciones. Los protocolos de seguridad y de aforo seguidos en las salas son una garantía suficiente para los espectadores. Por eso mismo el cierre de los cines en Barcelona -vigente hasta el pasado jueves- fue una decisión precipitada e injusta, cuyo resultado ha producido un enorme perjuicio, sobre todo en comparación con los ingresos logrados en la taquilla nacional. ¡Bien por Segura y su gran lección!