La 'magufería' es oportunista. Tras cada patraña, alguien se mueve en busca de dinero o influencia. Ahora los antivacunas que se sumaron a la idiotez del 5G y el control mental se han vuelto antimascarillas. Llaman a la protección «bozal» y explican que es un ... instrumento del Estado totalitario para aterrorizar y controlar a la gente. Sí, claro. Se ha notado mucho en estas semanas de mascarilla obligatoria: la gente en las terrazas pidiendo cervezas y cervezas, pero aterrorizada y controladísima. Como si estuviesen en los bares de pintxos de Treblinka.

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Todo esto puede parecer una chifladura, pero es un peligro público. Ayer el Colegio de Médicos de Bizkaia denunció una campaña organizada para que la gente vaya al médico a exigir un certificado que les dispense de llevar mascarilla. Como el médico se negará, facilitan el modelo de reclamación a presentar en Osakidetza. El objetivo reconocido de la campaña es «saturar el sistema sanitario» con reclamaciones y demandas. Su alcance se extiende por el país a golpe de 'whatsapp' y redes sociales. Los nombres que aparecen detrás de todo esto son los de una doctora y un abogado del entorno de Josep Pàmies, el curandero catalán que vende clorito sódico, o sea, lejía para curar el cáncer, el autismo y también el coronavirus.

Si para aprovecharse de la desesperación de los enfermos hay que ser un malnacido, para aspirar a colapsar el sistema sanitario cuando los ambulatorios y los hospitales pueden volver a enfrentarse a una situación tremenda hay que ser más bien un psicópata. Los médicos han puesto la campaña en conocimiento de la Fiscalía y debería poder pararse los pies a estos timadores.

Ayer Nekane Murga fue muy dura con quienes quieren ser eximidos del uso de mascarillas. Y tenía toda la razón. Si la protección te asfixia tanto como para andar pidiendo dispensas y favoreciendo colapsos, es probable que tengas la clase de insuficiencia respiratoria a la que no le conviene una neumonía bilateral. Deberías, por tanto, estar interesado en protegerte y en que todo el mundo se protegiese para tener el coronavirus lo más controlado posible. También deberías estar interesado -y esto ya lo añado yo- en que los laboratorios consiguiesen pronto una vacuna. Pedazo de anormal.

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País vasco

Menos noche

Es curioso que el ocio nocturno esté causando tantos problemas en el País Vasco cuando llevamos al menos una década lamentando que la noche languidece rozando la extinción en nuestras ciudades envejecidas y acomodadas. Si nosotros tenemos problemas con lo de salir, ¿cómo se las estarán arreglando en Berlín o Budapest? Ahora el Gobierno vasco va a limitar más el ocio nocturno en cuanto a horarios, aforos y distancias. Las restricciones entrarán en vigor el próximo fin de semana y tienen sentido. La noche es un foco de contagios y hace tiempo que sabemos que las epidemias se controlan adelantándose al virus o, en su defecto, reaccionando rápidamente. Lo de la velocidad ya se ve que es, por desgracia, relativo. Las nuevas limitaciones serán malas para la economía y el ocio veraniego, pero su proporcionalidad se justifica pensando en la alternativa, un nuevo descontrol de la epidemia, que sería, sin más, catastrófico.

Corinna

Imputada

Pablo Iglesias advierte con frecuencia de «los poderes» que todo lo controlan, pero el juez García Castellón llama a declarar como imputada a Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Se trata de averiguar si la amiga del Rey emérito contrató a Villarejo para que realizase encargos aprovechando su condición de policía. Los abogados de Corinna avisan de que su clienta se «defenderá enérgicamente». En la Casa Real estarán pensando que es lo que les faltaba. También que es mala suerte que, apellidándose Wittgenstein, se le entienda todo a esta mujer.

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