
Quisquillas
A la última ·
Cuenta Ian McEwan que Philip Roth le aconsejó que escribiera como si sus padres hubieran muerto, que no se preocupara por incomodarlesSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
A la última ·
Cuenta Ian McEwan que Philip Roth le aconsejó que escribiera como si sus padres hubieran muerto, que no se preocupara por incomodarlesFue un sábado por la mañana. Estábamos en la calle, junto a la cochera, cuando mi padre se volvió hacia mí, se agachó a mi ... altura, me miró y me dio el único consejo de su vida: «Nunca dependas económicamente de un hombre». En él, que se levantaba de comer para ir al baño pasando por la cocina y no era capaz de llevarse su plato, aquel destello de feminismo se me antojó tan raro como una supernova. Muchos años después, cuando mi madre enfermó, empezó a poner la mesa, a quitarla, a fregar los cacharros, a hacer la cama y la compra. Le vio las orejas al lobo, y el lobo llegó. Y volvió a los tres meses para llevárselo a él.
Cuenta Ian McEwan que Philip Roth le aconsejó que escribiera como si sus padres hubieran muerto, que no se preocupara por incomodarles. Los míos murieron hace treinta y dos años, y yo sigo escribiendo como si pudieran leerme, como si mi padre fuera a entrar por la puerta del club náutico con el diario en la mano, hinchado como un pavo, presumiendo frente a sus compañeros de julepe de que su hija escribe en los periódicos. Lo hubiera hecho aunque algunos artículos no le gustaran, o no los entendiera, o no quisiera entenderlos. Pero no me hubiera dado miedo incomodarle porque sé que, a pesar de ello, habría seguido queriéndome con ese amor animal con el que a veces se ama lo que no se comprende. Y lo sé porque yo le quise así.
También sé que hoy le echo un poco más de menos. Sentados en un restaurante, y entre quisquilla y quisquilla, le habría dado la barrila al heredero con los pelos, a mi santo con el fútbol y a mí con la política. Eso sí, hubiera pagado él, porque no seguí su consejo: económicamente, dependo de un hombre. De un señorito, para ser exactos. Pero quién no.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.