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Hay tiempo para que la Unión Europea retome su futuro regresando a su propio proyecto. Creo que para hacer futuro es esencial dar visibilidad a lo valioso del pasado. La película 'Regreso al futuro' (1985) me ha servido para reflexionar sobre lo que somos en ... la Unión Europea y las razones de nuestro proyecto político.
En un siglo XXI en el que se habla mucho de innovación, muchas veces lo verdaderamente innovador reside en la capacidad de guardar y dar fuerza a lo tradicional y ensamblarlo a lo que cambia, a los nuevos retos. Para mirar frente a frente los obstáculos hay que amarrar lo que funciona y seguir avanzando creando, trabajando y soñando.
El baño de realidad del Brexit ha permitido un aprendizaje para la UE. Que un Estado miembro se vaya nos hace repensar la Unión Europea y su camino futuro.
Debemos volver la mirada y la acción política a la columna vertebral de la UE, a lo que significa ser europeos, a la política supranacional transversal de búsqueda de consenso a través del debate y de alcanzar acuerdos. A los valores, la democracia representativa, la responsabilidad compartida, la suma de Estados y de ciudadanos.
El 9 de mayo, Día de Europa, comenzará su trabajo la Conferencia sobre el Futuro de Europa. El Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo escucharán a los representantes de la sociedad civil. Este ejercicio que fortalece la legitimidad democrática se ha realizado en otras ocasiones. Las más importantes por su impacto en la política real han sido las dos Convenciones europeas: la que elaboró la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, vinculada jurídicamente hoy al Tratado de Lisboa, y la que trabajó en el Proyecto de Constitución europea. Es cierto que no fue posible expresarla como tal, Constitución, por el parón de Francia y Holanda en sus respectivos referéndums, pero casi la totalidad de sus enunciados están recogidos en el Tratado de Lisboa.
En la Conferencia sobre el Futuro de Europa tenemos dos oportunidades: revitalizar el vínculo de la sociedad civil con el proyecto europeo y refrescar el método de toma de decisiones. Para que la Conferencia sea un éxito debe estructurarse de forma muy ordenada. Atender en un plano a los temas a los que tiene que hacer frente la UE: cambio climático, inteligencia artificial, economía digital y otros asuntos que han irrumpido en el día a día de los ciudadanos.
En otro plano, realizar un análisis de la política europea entrando a fondo en los temas que requieren una revisión como son el paso de la unanimidad a la mayoría cualificada, la recuperación del modelo del 'Spitzenkandidat', abordar el debate de las listas transnacionales y lo que implicarían. En este nivel, podría ponerse sobre la mesa la posibilidad de convocar una nueva Convención. Este órgano tendría el objetivo fundamental de reescribir una Constitución europea.
Respecto al establecimiento de un mecanismo permanente de consulta con los ciudadanos, la experiencia en iniciativas europeas institucionales anteriores me lleva a poder afirmar que cuanto más estructurado y ordenado sea, más posibilidades tiene de conseguir anclarse y configurarse como modelo.
Siempre destaco que es la democracia representativa la que debe llevar el timón y la participativa, complementarla. En la Conferencia son las instituciones europeas las que deben marcar los planos y la agenda. Sólo así se podrá lograr un documento con peso y capacidad de hacer futuro.
Considero importante en este tiempo político institucionalizar un modelo de debate con la sociedad civil. La Declaración de Laeken, 2001, Declaración sobre el futuro de Europa, abrió la senda hacia esa escucha permanente necesaria.
Quiero subrayar que, si bien se podrían implementar órganos permanentes de trabajo conjunto, instituciones europeas y representantes de la sociedad civil, el modelo parlamentario europeo no debe verse alterado lo más mínimo en su ejercicio solemne, democrático y representativo. Pueden por supuesto abrirse en alguna ocasión las puertas del hemiciclo, ya se hizo a gran escala en el primer Ágora, 2007, pero manteniendo siempre seguro el significado del Parlamento Europeo. Nuestros eurodiputados nos representan.
Regresar al futuro es necesario en la Unión Europea de nuestro tiempo. Atendiendo a los retos, venciendo a los nacionalismos y populismos y definiendo el lugar de la UE en el mapa geopolítico, volveremos al futuro de Europa. Marcar la política desde la UE significaría una brújula para países que, como el nuestro, España, están perdidos en disputas con los que no quieren ser España. El independentismo proclamado por los catalanes secesionistas emana desintegración. Y la Unión Europea es integración.
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