Reapertura gratificante

Seguramente no es el momento de las grandes producciones, ni tampoco la realidad permite la reanudación de las grandes giras y los estrenos, con lo cual si por un lado debe darse por buena esta gratificante reapertura, por otro también resulta positivo el aprovechamiento en estas circunstancias del talento creativo local y de las producciones propias. Naturalmente lo importante en esta reapertura es combinar en la oferta la calidad media artística con el distanciamiento y la seguridad sanitaria de los espectadores, algo en lo que el Teatro Arriaga tiene ventaja sobre otras ofertas culturales por no tener que someterse a criterios de rentabilidad en su aforo, al depender exclusivamente de un presupuesto público que puede cubrir sus eventuales pérdidas. Con todo, es de esperar que en la normalidad plena su programación vuelva a la oferta global y su gestión retorne a los usuales criterios de sostenibilidad económica.