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La realidad y la incertidumbre actual imponen una cierta prudencia en la apertura de los centros culturales, algo que también tiene su consecuencia en la recuperación de la programación interrumpida y en la vuelta a las actividades de su oferta. Naturalmente, la clave en el ... retorno pleno a la normalidad está en la evolución de los indicadores epidemiológicos y en el mantenimiento o no de las restricciones a la movilidad. Piénsese que estas dos últimas cuestiones son las que determinarán el grado de apertura de los centros, su aforo posible y la mayor o menor afluencia de visitantes. En esta línea tiene sentido la prudencia con la que los responsables de Azkuna Zentroa -lo mismo que en el caso de otros centros- retrasan la apertura al 1 de junio, una fecha en la que habrá mayores certezas. De mantenerse entonces las restricciones a la movilidad entre municipios y provincias, parece claro que su universo potencial de visitantes se limitará al consumo local, razón por la que ya se piensa en una oferta más concentrada inicialmente en las propuestas de los creadores vascos, lo cual también constituye por igual una solución inteligente y una inmejorable oportunidad para dar a conocer talentos bien cercanos. Obviamente, como centro cultural con mirada local e internacional y abierto al diálogo con las diferentes comunidades de públicos, la misión de Azkuna Zentroa quedaría incompleta si en la vuelta a la normalidad plena no reanudara su diversa concepción como práctica, como proceso y como espacio para las experiencias.

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