![Poltrona & Colau](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202009/25/media/cortadas/opi-zarracina-kYIF-U120275581910u6-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Cosas a evitar si se tienen problemas cardiovasculares: tabaco, alcohol, actualidad española. Lo digo por los sustos. Es que parece que ha pasado algo en Barcelona, giras la cabeza hacia la tele, o pinchas el enlace, y está a punto de darte algo. «¿Pero qué ... desastre es ese?», te preguntas aterrado. A primera vista, parece que el Joker ha conseguido escapar de la lavadora de Micolor en la que se centrifugan payasos y, aun estando evidentemente en muy mal estado, se ha hecho con el control del Ayuntamiento de Barcelona y tiene secuestrados a varios munícipes y también a Ada Colau.
«¿Y cómo llamamos ahora a Batman?», sigues preguntándote. Y te asustas más porque, viendo el éxito del 'Radar Covid', es casi seguro que la 'batseñal' no está ni diseñada. Por suerte, no tardas en entender que lo que ha ocurrido en Barcelona no ha sido un ataque de las fuerzas del mal, sino algo un poco menos dramático: un pregón festivo. El de las fiestas de La Mercè, concretamente. Y lo ha dado el payaso Tortell Poltrona. Sin incidentes hasta que agarró y llamó «inadaptados» a quienes se empeñan en hablar castellano en Cataluña. «Quizá piensan que su lengua es más importante que la de mi madre», razonó el payaso, simpatiquísimo, provocando que Manuel Valls se fuese de allí.
Cuando la televisión de Barcelona le preguntó después por eso, Poltrona dijo que le pareció fantástico que Valls se marchase. Y definió a Valls y los suyos con la tierna bondad del augusto: «Son policías del imperio que vienen aquí a sodomizar una lengua y una cultura».
Puede que Poltrona se refiriese al imperio napoleónico porque el español a él le tiene simpatía. Le dio el Premio Nacional de Circo y le emitió en TVE el programa juvenil aquel de los noventa: 'Frekuencia Pirata'.
Lo increíble es que a Ada Colau el pregón de La Mercè le pareció lleno de «reivindicación, emoción y alegría de vivir». La alcaldesa debe ver el lado bueno de las cosas. Y es cierto que el pregonero al menos no pisoteó con sus zapatones a ningún niño castellanohablante inadaptado. Resulta más difícil verle el lado bueno a la suerte de Barcelona, esa ciudad que ayer era envidiada por moderna, culta y libre y hoy parece a veces un sitio incomprensible que es mejor evitar: la Gotham City de Tortell Poltrona.
GOBIERNO
Preguntada por la decisión del Gobierno de no refrendar la presencia del Rey hoy en Barcelona para presidir como suele la entrega de despachos a la nueva promoción de jueces, la vicepresidenta Calvo explicó que hay decisiones que están «muy bien tomadas». Cuando se le preguntó quién había tomado esa decisión tan bien tomada, Calvo fue aún más transparente: «Quien corresponde». El ministro de Justicia fue más claro. «A veces hay que sacrificar algo en pro de algo más seguro», dijo. Pero no crean que lo dejó ahí. «En la mente de todos están una serie de circunstancias y variables que podrían cuestionar cosas», añadió diáfano. La ministra de Defensa, tantas veces elogiada por hablar claro, informó de que no conoce los detalles pero sabe que la decisión se ha tomado «por una razón determinada». Quizá convenga recordar lo que dijo Pedro Sánchez en su investidura: «Debemos combatir la desafección política ciudadana con ejercicios claros de transparencia, mecanismos estrictos de control y garantías en la rendición de cuentas». Es curioso: eso sí se entiende. Y, sin embargo, aquí estamos, habituándonos a la sensación de que las palabras no significan nada y de que todo paso gubernamental es una argucia.
COVID-19
Si repasamos los últimos seis meses, es probable que solo haya una cosa que permanezca invariable: en todo momento encontramos a alguien avisando de que hay que actuar ya contra el coronavirus. De hecho, cuando llegó la epidemia comenzaron a aflorar testimonios de epidemiólogos que avisaban hace dos, tres, cinco años, de que un nuevo virus causaría estragos si no se trabajaba de inmediato en una respuesta. Se insiste en que llegamos tarde, pero el fenómeno es peor y fascinante: como llegar tarde a la misma cita constantemente. Será que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma epidemia. Y yo soy de los que escucha la frasecita y visualiza el coche aquel de Paco Costas estrellándose. La Comisión Europea, en fin, instó ayer a los países miembros a actuar «inmediatamente». El mensaje de la comisaria Kyriakydes, que ya se ve que es griega, suena como si llegase desde Delfos: «Puede ser nuestra última oportunidad».
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