El poder de la música

'El poder de la música' sigue la estela de 'Canciones que cambiaron el mundo'. Si aquel hablaba de himnos colectivos, este apuesta por la individualidad, por los temas bandera de cada uno. Todos los tenemos, seguramente unos hayan sido elegidos y otros llegarían hasta nosotros de un modo más arbitrario, algunos estaríamos orgullosos de verbalizarlos y otros nos darían más pudor.

En el primer capítulo (hoy se ofrece el segundo) Julián López explica cómo a través de Queen y su discografía fue consciente de que existía un mundo más allá del que él veía en su día a día, del que conformaba su entorno. Con la globalización seguramente se ha perdido esa capacidad de sorpresa pero nunca está de más repasar lo que significaron vinilos y casetes durante mucho tiempo en el que la humanidad se movía sin internet, en el que era necesario intuir porque no había demasiadas posibilidades de cerciorarse de algunas cuestiones de otro modo.

Cero vuelve a sentar a la música como protagonista de un programa, reivindicando un espacio que se ha perdido en el resto de canales, en el que solo aparece como acompañante secundario o como elemento competitivo en los 'talent shows'. No hay lugar para ella como objeto de debate ni para ejercer la reflexión en torno a ella. Y de paso concede un lugar prioritario a los músicos, que, como otros muchos profesionales (los actores, los bailarines, los científicos...), han dejado de ser relevantes en favor de tertulianos, cocineros y políticos, que copan cualquier formato. La música tiene el poder de unir a personas diferentes, de derribar barreras creadas por ideologías, de servir de punto de encuentro de los que se sienten diferentes. Ojalá esta nueva serie sepa contarlo bien.