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Planes de verano
SAN SEBASTIÁN ·
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SAN SEBASTIÁN ·
Distintos grupos de las juventudes de la izquierda abertzale se disputan el territorio y la financiaciónEl enfrentamiento en San Sebastián entre facciones de las juventudes patrióticas y revolucionarias preocupa a Bildu, al Gobierno vasco y al delegado del Gobierno central. Si el país tuviese reflejos, el consejero de Turismo no estaría preocupado sino ocupado. Y ya habría presentado una nueva ... ruta por la Parte Vieja que le ofreciese al visitante una experiencia inmersiva en el mayo del 37 catalán, cuando comunistas y anarquistas se liaron a tiros entre sí. Imagínense la felicidad de ese turista inglés que ha leído a Orwell y lo entiende todo de golpe, siguiendo las indicaciones de su guía: «Acérquese al chico del pendiente y dígale que Bildu mejora la vida de los trabajadores apoyando las políticas progresistas de Pedro Sánchez».
La lucha entre las juventudes revolucionarias y patrióticas tiene que ver con el territorio y con la financiación. Lo del territorio ha estallado en la Parte Vieja y lo del dinero remite al que se consigue con las txosnas en las fiestas. Así que los jóvenes irredentos de la Gazte Koordinadora Sozialista le han dado a elegir a las juventudes de la izquierda abertzale entre el acuerdo o el «verano caliente». Quién iba a decirnos que la ejemplar gestión del espacio público que hemos mantenido las últimas décadas, tan abierta e inclusiva, tan pendiente de que todo el mundo se sintiese bienvenido y nadie se creyese dueño de lo colectivo, podría ocasionarnos algún problema.
Como no hay diálogo sin demostración de fuerza, las partes implicadas se han desafiado a la foto colectiva en formato «vascos enfadados tras un portavoz». Es como una variación del deporte rural. La diferencia salta a la vista. Mientras los jóvenes de la Gazte Asanblada de la Parte Vieja ni siquiera son todos jóvenes y parecen presentir el pintxo-pote, los jóvenes del Kontseilu Sozialista exhiben el filo y la disciplina. Qué país. Nos pensábamos instalados en la gastrocracia funcionarial y de repente los del Club Betizu nos devienen en el Komsomol. Antes de que la cosa se complique más, yo creo que urge mandar un par de autobuses llenos de artesanos de la paz a Donosti. La otra opción es que Otegi se dirija a los jóvenes insurrectos y les reconvenga paternal, pero severo, preguntándoles de dónde han sacado ellos la tontería esa tan peligrosa de que la lucha es el único camino.
SENADO
El primer cara a cara parlamentario entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo generó la expectación del duelo al final del 'western'. Sin el menor motivo. En realidad, últimamente el estilo de esta clase de intercambios se parece más a la pelea loca en el 'saloon'. Fue eso lo que quisieron evitar ayer los protagonistas que en el Senado se saludaron con cordialidad y después ni siquiera dramatizaron más de lo necesario. Feijóo se centró en la economía. Y Pedro Sánchez en los recursos humanos: tampoco le gusta Feijóo como líder de la oposición. Con una literalidad algo excesiva, el presidente parece entender que las sesiones de control están para que él controle a los demás. Al fin y al cabo soy el presidente, pensará. Esa inercia tampoco eleva el nivel parlamentario, que no solo es bajo sino que es extraño. Hasta el punto de que al líder de la oposición puede venirle hasta bien no tener un escaño en el Parlamento.
BORIS JOHNSON
Si gobiernas un país y tus propios parlamentarios te imponen una moción de confianza en la que el 41% de tu gente vota en tu contra, tienes un gran problema. A menos de que seas Boris Johnson y celebres la victoria decisiva que te permite concentrarte en transformar el país de cabo a rabo. Madre mía. Es como escuchar hacer planes de futuro a un moribundo. Aunque, en realidad, es mucho peor. Es como ver al moribundo subirse al coche con su familia dentro e incorporarse a la autopista en dirección contraria mientras grita: «¡A vivir!».
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