La junta directiva de la Asociación en Defensa del Macho Ibérico (ADMI), reunida de urgencia en el bar del casino y tras una ronda de orujos, ha decidido conceder a don Luis Rubiales el trofeo 'Pa chulo mi pirulo' por su contribución a la supervivencia ... de la especie. La polución y el feminismo están acabando con nuestro ecosistema y, si no tomamos medidas urgentes, pronto acabaremos los machos ibéricos metidos en zoológicos o en reservas, como los indios o las águilas reales, para solaz de los niños que vengan a visitarnos con sus profesores mientras hojean libros sobre la evolución humana. Somos los nuevos homo antecessor, Rubi, y los cabrones de los sapiens quieren extinguirnos.

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Tiene usted un piquito de oro, Luis, y contenta tenía que estar la Jenni de haberse llevado un morreo suyo. Eso sí que es un premio y no la medallita. Nosotros sabemos que eso del fútbol femenino es una mentira y que todo empezó a torcerse cuando los jugadores empezaron a depilarse y a ponerse cremitas como geishas. A la selección española solo habría que llevar a tipos con pelos en los sobacos y en las piernas, y si es posible feos y con bigote. ¡Que parecemos italianos, joder!

La entrega del trofeo se verificará en la cuadra del Anselmo, que no se ha fregado desde que Tamames hizo la mili y huele a verdad y a tradición. Luego se servirá un menú compuesto de botillo, morcilla, fabada, patatas a la riojana, guindillas, lechazo, cochifrito y criadillas, y a continuación se practicará, como exigen los estatutos de la Asociación, un control antidopaje. El socio en cuya orina se encuentren restos de Almax o de omeprazol será expulsado y apuntado a clases de natación sincronizada.

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