Personas expertas

Ayer Carolina Darias anunció que el Consejo de Ministros del 7 de febrero aprobará el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público. Eso significa que el 8 fuera cubrebocas. Y que ha debido de llegar el pronunciamiento experto. Ojalá incluya las razones que llevan a establecer una especie de paréntesis de doce días en los que el ciudadano pueda apreciar una vez más la extrañísima textura de muchas de las obligaciones que se le impusieron durante los años del covid. La ocasión, ya puestos, también hace pensar en que no será fácil gobernar. Para que tus trenes sean casi los únicos de Europa en los que se mantiene la mascarilla te debes a la independencia de los expertos, pero para enviar tanques te debes a lo que hagan tus socios europeos, ya que España debe hacer lo mismo que Francia, Italia y Portugal.

Como suele suceder, la retirada de la norma llega cuando su cumplimiento comenzaba a ser más bien relativo, sobre todo en las grandes ciudades y en los transportes más multitudinarios. Hay que recordar que el uso de la mascarilla sigue siendo recomendable. Pero una en condiciones, por favor. En los últimos tiempos, para evitar el problema de tener que coger un taxi y no disponer de un tapabocas, se ha generalizado el depósito de mascarillas de emergencia en el fondo de bolsillos, bolsos, bolsas, mochilas y carpetas. Tras meses de uso incidental y custodia negligente, esas mascarillas presentan un aspecto lamentable y una eficiencia higiénica contraproducente: no solo no protegen del covid sino que con toda probabilidad contienen trazas de malaria y escorbuto.

La Federación Alavesa de caza busca cazadoras para una batida de jabalíes en Kuartango. Quieren conseguir que en la jornada participen solo mujeres. Es una idea que al parecer ya se ha puesto en práctica en Cataluña y Galicia. Desde luego, el momento parece idóneo. El deporte femenino emerge y los jabalíes se acercan con tanta familiaridad a los núcleos urbanos que parecen a punto de sentarse en las terrazas a pedir algo rápido para comer. Un niño, por ejemplo. En la batida de Kuartango colisionan sin embargo dos poderosas fuerzas contemporáneas: la discriminación positiva y la conducta anatematizada. Sería mejor si las mujeres no se reuniesen para cazar. Esperamos con interés los veredictos de los tribunales virtuosos a ese respecto. Vaya por delante que no se me ocurre mayor refutación antropológica del patriarcado que una mujer abatiendo a una bestia de ochenta kilos con un rifle semiautomático.

Los ultras del Atlético cuelgan de un puente un muñeco de Vinicius y el escándalo hace pensar en que han colgado a Vinicius propiamente dicho. Si lo del muñeco es rechazable, la indignación y los golpes de pecho son asombrosos. «¡Se ha cruzado un límite!», se decía ayer. Por el muñeco. Como si en el haber de los ultras del Atlético no hubiese muertes. Como si el límite no estuviese cruzado hace tiempo. Pero el fútbol conserva a los ultras en su fondo. Son tan bonitos sus 'tifos'. Y esas pancartas tan llenas de calaveras y sentimentalismo preescolar.