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Una vez le oí decir a Blanca Cuesta que para su marido era muy duro vivir en Andorra, separado de su esposa y de sus hijos... Y confieso que en ese momento apostillé mentalmente: 'Claro, pero más duro sería tener que pagar a Hacienda, ¿no?'. ... Hay que ver lo malpensados que somos algunos... Hoy leo que a Borja Thyssen le han absuelto de un delito de fraude fiscal, porque el juez no encuentra pruebas suficientes que demuestren que el hijo de Tita Cervera fingiera vivir en Andorra para evitar tributar por la venta de exclusivas, por entonces su principal fuente de ingresos (al margen, claro está, de la herencia). O sea, que Borja no finge. Su amor por Andorra es genuino. Pasa allí gran parte del año, casualmente lo suficiente como para no tener que pagar impuestos en España... Y la culpa, como dijo una vez la baronesa, la tiene el paisaje. Ese paisaje andorrano que ha subyugado a madre e hijo hasta el punto de hacerles renunciar a todo con tal de poder contemplarlo a diario.

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