Verbo y nóminas

Todo venía a que Garamendi propuso en plan sobremesa familiar que las empresas pagasen a los trabajadores el coste salarial total y que luego cada trabajador resolviese las cotizaciones personalmente con la Seguridad Social. La idea es un clásico pero para Yolanda Díaz sitúa a su interlocutor en la órbita de Trump y Milei, algo que no se sostiene al ser Garamendi de Bilbao y peinarse con normalidad. Hubo un tiempo en el que el presidente de la patronal y la ministra de Trabajo se llevaban tan bien que le daban celos a Pablo Casado. Eso pasó. La vicepresidenta sitúa ahora a la patronal en el populismo no se sabe si libertario (Milei) o atrabiliario (Trump) y ayer Antonio Garamendi situó a Díaz en la demagogia. Lo hizo porque explicó que él en ningún caso quiere que el trabajador pague sus cotizaciones, sino que vea cómo ese dinero proviene de su salario. Que eso ya se especifique en cualquier nómina, y que la hipótesis de que sin cotización lo cotizado iría al bolsillo del trabajador sea ciencia ficción, transforma la idea en una ocurrencia. Y es sin embargo más molesto que, como tantas otras veces, alguien que debería hacerse entender tenga que salir a explicar que se le ha entendido mal. Anoche tuve un sueño y nuestras élites eran capaces de hablar con claridad sobre los asuntos que dominan. Y a la gente le daba vergüenza recurrir a esa variante del 'y tú más' tan pueril como enojosa: el 'y Trump más'.

Al final los resistentes estaban en el consejo de administración de RTVE y ayer se autorizó el fichaje de David Broncano. La expresidenta Sánchez siguió sin aparecer y la presidenta Cascajosa forzó el desempate. El vocal en la órbita de Podemos votó a favor; el de la órbita de Sumar, se abstuvo. Es evidente que Televisión Española debería dejarse de fichajes polémicos y emitir sus consejos de administración en 'prime time' a modo de 'reality' antropófago. Algo como un 'Supervivientes en el ente' con portavoces parlamentarios en el debate. Además de recortar tiempo del 'Telediario', parece que la idea de Televisión Española es recortar al mismo Broncano y adecuar su lenguaje y sus contenidos al horario familiar. Es probable sin embargo que los niños conozcan ya por las redes lo del vídeo de los perros procreando y lo de 'hacer un mortadelo'. Tras el fichajazo envuelto en una exhibición de poder gubernamental, la salida mejor que le queda a Broncano todavía consiste en preguntarle a Gurruchaga por si el actor aquel que era una reducción exacta de Felipe no tendrá un amigo muy alto y organizar en el primer programa un escándalo que lo propulse simultáneamente al despido y a la leyenda.