Ultras con label

Ayer supimos que la impunidad de nuestros ultras llega al extremo de asaltar un hostal en busca de huéspedes foráneos. Se esperaba que el consejero de Seguridad dijese algo al respecto y Erkoreka sorprendió equiparando las autonómicas con la Champions y señalando a Bildu del peor modo posible: sin hacerlo directamente. «¿A quién interesa el doble juego del escaparate civilizado y la trastienda violenta?», vino a preguntarse el consejero. «Yo tengo mis sospechas», añadió. Al instante Otegi le contestó invitándole a irse a un juzgado si tiene pruebas. «Confiamos plenamente en la Justicia», le faltó añadir.

En lo tocante al fútbol, el movimiento de Erkoreka es llamativo. Por más que la ideología de nuestros 'hooligans' sea obvia -blasonan de label como orgullosos semovientes-, no es improbable que Bildu les parezca una opción blanda y revisionista. Se vio en el fondo norte aquella pancarta que declaraba a Sortu en 'fuera de juego'. Sorprende que el consejero de Seguridad aproveche así que el PSG pasa por Anoeta y parezca estar antes en la estrategia política que en la policial. Como si la forma más eficaz de ganar las elecciones no consistiese en que los dispositivos de seguridad funcionasen, los aficionados pudiesen ir tranquilos al campo y los ciudadanos a los que ni siquiera gusta el fútbol no entendiesen que lo del 'torneo del KO' se explica porque les puede tocar a ellos que les abran la cabeza en el portal.

Francina Armengol dio ayer explicaciones sobre su gestión en la compra de mascarillas en Baleares. Resumiéndolo un poco, la explicación fue que el PP debe dar explicaciones. El resto fue argumentario y comienza a ser molesto que los políticos le recuerden con tanto énfasis que en la pandemia hubo gente que murió a los supervivientes, o sea, a quienes enterraron a los muertos y aún los lloran. Por buscarle el lado bueno a la intervención de Armengol, hay que decir que, con un curioso ritmo yámbico de efectos lastimosos en vez de épicos, completó ayer un ambicioso poema vanguardista. Espigando entre mis notas como quien reconstruye un puzle: «Y si quieren que les diga algo, les diré algo más. Por eso quiero explicar bien el contexto en lo que (sic) les estoy explicando las cuestiones que voy a explicar. Y como esa soy yo. Claramente y sinceramente y con todos los sentimientos del mundo. Somos islas: nuestra realidad es insular. Y quiero decir con todas las palabras. ¿Se acuerdan que lo he dicho tantas veces? Me merezco decir eso. A ver, para 'distendir'. Mi misión estaba en eso. Siendo islas y aislados. Se están reclamando las reclamaciones. No sé cómo decirlo más claro».