
El sol y la moqueta
País Vasco ·
Las contradicciones que Bildu cabalga a veces son eólicas y a veces fotovoltaicasSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
País Vasco ·
Las contradicciones que Bildu cabalga a veces son eólicas y a veces fotovoltaicasHace unas semanas descubrimos que el imperativo legal ya no sirve para que Bildu jure la Constitución. Ahora sirve para que tramite parques eólicos. El ... alcalde de Oion avaló uno que llevará molinos a la amurallada villa de Labraza y, cuando en el pueblo comenzaron a llamarle traidor, vendido y puede que fascista, el hombre explicó que no tenía alternativa. O firma o prevaricación. Es raro, pero a los políticos hay que recordarles que siempre les queda otra alternativa: la dimisión. Lo demuestran los tres concejales de Bildu que dejan ahora el Ayuntamiento de Arrazua-Ubarrundia porque no están dispuestos a permitir la instalación de una planta fotovoltaica en el pueblo. Los ediles se sitúan con los movimientos sociales antes que con el partido y acusan a Bildu de ser una «marca blanca del PNV» que hace «política de moqueta». Basta con reparar en que los dos sintagmas son puro lenguaje de la izquierda abertzale para identificar el giro poético y la venganza del destino. Tras décadas haciendo de cada protesta vecinal un Vietnam y de cada argumento ventajista una sentencia, en Bildu descubren que las bases no son como los de la Mesa Política y la Ejecutiva Permanente Nacional -o viceversa- y no se vuelven pragmáticas y gubernamentales de un día para otro con la mayor docilidad.
Son por supuesto contradicciones que se cabalgan. Vaya que sí. Como en un rodeo. Bildu le exije ahora responsabilidades al Gobierno al que le votó la Ley de cambio climático y pide debates ordenados. ¡Orden! Por lo demás, que a la coalición se le desboquen las contradicciones antes con la energía verde que con la memoria negra habla de una sociedad que se hunde en alguna clase de extremo satisfecho y acomodado que solo puede lindar ya con el abismo. Entre nosotros la apuesta por las renovables es indiscutible e irrenunciable siempre que los molinos y los paneles solares los coloquen suficientemente lejos. Porque una cosa es que nos vaya la vida en la descarbonización y otra distinta que a mí en concreto se me vayan las vistas. Resumiendo un poco, estamos a la cabeza de las huelgas climáticas y a la cola de la producción de energía verde. Hace unos días leíamos en estas páginas que, pese al diluvio universal de doctrina, el País Vasco produce menos energía renovable que hace cinco años.
Turquía
Ekrem Imamoglu es el alcalde de Estambul, lidera el Partido Republicano del Pueblo, se ha convertido en el principal opositor a Erdogan y ayer fue detenido mientras se prohibían manifestaciones y ruedas de prensa. La verdad es que la democracia está viviendo un momento espectacular. A Imamoglu lo fueron a buscar a su casa y el hombre se grabó un vídeo anudándose la corbata, encomendándose al pueblo y prometiendo resistir a la tiranía. Se le acusa de corrupción y terrorismo a cuatro días de que su partido celebre unas primarias de las que iba a salir elegido para rivalizar con Erdogan en las elecciones de 2028. Esta misma semana a Imamoglu la universidad de Estambul le había retirado su título en Empresariales. Da la casualidad de que en Turquía para ser candidato hay que ser licenciado. Si atendemos a las últimas tendencias orientales en desactivación opositora, solo falta que entre Imamoglu y la vida se interponga ahora una ventana abierta. Lo digo porque la alternativa puede ser que una persecución tan manifiesta termine funcionando como un trampolín político. Da la casualidad de que en Turquía el último alcalde de Estambul que terminó en la cárcel fue precisamente Recep Tayyip Erdogan.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Siete años de un Renzo Piano enredado
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.