
Secretos y notarios
España ·
La UCO señala al fiscal general en la filtración del correo del novio de AyusoSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
España ·
La UCO señala al fiscal general en la filtración del correo del novio de AyusoEs bonito el adjetivo que la UCO escoge para definir la participación del fiscal general en la filtración de datos confidenciales del novio de Isabel ... Díaz Ayuso: «preeminente». Cierto que lo único bonito es el adjetivo. Porque el informe policial señala hacia la opción más previsible y peor: una operación gubernamental que utiliza las más altas instituciones del Estado para dañar a un rival político vulnerando los derechos de un particular. La tolerancia a algo así dice poco de un país. Y ayer todavía se insistía en que la Fiscalía no reveló secretos sino que combatió un bulo. Hay que haber hecho de la lucha partidista una obsesión para ni detectar los límites que se traspasan al responder a la artimaña de un jefe de gabinete rival empujando hacia el delito al fiscal general del Estado. Que Álvaro García Ortiz no dimitiese tras ser imputado por el Supremo solo se explica por su dependencia política y por la costumbre, tan moderna, tan trumpista, tan destructiva, de responder siempre atacando, de no retroceder jamás.
Ayer supimos que tras aquella imputación sí hubo alguien que reaccionó prudentemente. Su nombre es Juan Lobato -líder socialista madrileño en extinción y técnico de Hacienda que algo sabrá sobre confidencialidad y datos fiscales- y se fue al instante al notario a levantar acta de cómo y por qué tenía él en el móvil un pantallazo con el correo entre la Fiscalía y el novio de Ayuso. Se lo envió la jefa de gabinete de Óscar López, jefe de gabinete a su vez de Pedro Sánchez, para que lo utilizase contra la presidenta de la Comunidad. La noticia señala directamente a Moncloa y su publicación ayer en 'ABC' obligó a Lobato a recorrer los platós intentando controlar los daños incontrolables. A mediodía, el hombre ya tenía cita en el Supremo para testificar. Su tesis exculpatoria fue al tiempo confusa e increíble: él lo que quiso fue acreditar que se enteró de todo por la prensa y no por Moncloa. O sea, que buscando una notaría de guardia no pretendía salvar el cuello en medio de un zafarrancho delirante, sino dejar claras las cosas. Un poco como si usted siente la necesidad de irse al notario a levantar acta de que de la invasión de Ucrania se enteró por los periódicos y no por su cercanía con el Kremlin.
COP 29
Las cumbres del clima suelen comenzar entre avisos escalofriantes y terminar entre acuerdos insuficientes. La de Glasgow arrancó hace tres años con Boris Johnson comparando el apocalipsis climático con la bomba que va a estallar en una película de 007 y con el arzobispo de Canterbury amenazando a los líderes mundiales con una maldición equivalente a la que cayó sobre los gobernantes que ignoraron el peligro nazi. De aquella cumbre salieron acuerdos exiguos y una idea quizá no muy útil frente al apocalipsis: el reconocimiento de que no se está haciendo lo suficiente. La novedad de la cumbre de este año en Bakú es que las conclusiones son insuficientes pero las advertencias no han sido llamativas. Quizá porque los principales líderes se han ausentado, el organizador estaba liado quemando combustibles fósiles y los países pobres se han centrado más en el dinero que en la admonición. El entendimiento siempre es complejísimo y la sensación resultante contradictoria, como de urgencia eternamente pospuesta. Entre los acuerdos alcanzados en Bakú está que la ejecución final del Acuerdo de París firmado hace casi una década se deje para la cumbre del año próximo en Brasil.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.