Malas noticias. La Generación Z se ha cargado el espionaje. Olvídense de Smiley y el Circus de Le Carré. Piensen en grupos de Discord poblados por adolescentes frikis, medio fundamentalistas cristianos y algo racistas que están viciados con los juegos y el rollo militar. Ha ... sido en un lugar así donde se ha producido la filtración que ha hecho temblar la geopolítica mundial. 'Thug Shaker Central' se llamaba la sala de chat. El nombre -intraducible estando sobrio- hace referencia al meneo batidoresco de traseros afroamericanos en vídeos de trap. ¿No echan de menos a James Bond? Yo sí. Por alguna razón relacionada con el viejo y criticado periodismo, han sido el 'Washington Post' y el 'New York Times', y no el Canal Red de Pablo Iglesias, los que han llegado al origen de la filtración antes que el FBI. El filtrador tiene 21 años, se llama Jack Teixeira, trabajaba en una base militar y colgaba la información secreta para epatar a un chat de chavales que lo tenían por Jason Bourne. 'O. G.', firmaba Teixeira, teniendo ese apellido tan bonito de árbitro español. Por 'Original Gangster', como si se apellidase en realidad Negreira. Pero no se distraigan. El 'Post' ha conseguido el testimonio de uno de los chicos del chat. Y esa Redacción que se las vio con Garganta Profunda aclara que, para entrevistarle, obtuvieron el permiso de su madre. Es que Gargantita Superficial es menor de edad y se pasa el día frente al ordenador.
Publicidad
Lo mejor de todo es que hubo un momento en el que el gánster original se cansó de transcribir información sensible sin recibir a cambio la atención que se busca en las redes. Y le reprochó al chat la falta de interés en los secretos oficiales. A los chavales les interesaban más los vídeos de gente disparando. Estamos quizás ante el primer caso en la historia del espionaje en el que la información sensible tampoco concita interés porque la gente prefiere ver memes con chistacos. Todo cambió cuando inevitablemente los documentos salieron del grupo inicial de Discord y comenzaron a difundirse por la Red. Gargantita asegura que entonces el filtrador optó por la audaz estrategia defensiva que habría elegido 007: rezar para que no sucediera lo que estaba sucediendo. ¿He dicho ya que los zoomers han acabado con el espionaje? En Cambridge fichó la NKVD a Philby y a los demás, maldita sea. En Cambridge.
Granada
Beatriz Flamini resurge hoy tras quinientos días en una cueva de Granada. En una de verdad. No en un garito del Sacromonte en el que se le hubiese complicado (bastante) la noche. Sin reloj ni contacto con el exterior más allá de un sistema de aprovisionamiento y rescate, la deportista ha batido el récord de permanencia bajo tierra. Para ella, el último año y medio han sido siempre las cuatro de la mañana. Además de con un espíritu de acero, ha vencido al espanto con libros de Verne y Nietzsche. Buena elección. «La cueva de vuestro conocimiento» decía Nietzsche en 'Aurora'. Cuando Flamini bajó al centro de la Tierra había paz en Ucrania y usábamos mascarillas. Es absurdo pensar que, al salir y ponerse al día, quiera regresar a la cueva. Otra cosa es que le parezca equitativo que ahora bajemos todos los demás.
Corea del Norte
Kim Jong-un no deja de hacer ensayos con misiles y se entiende. Ahora que, a la espera de la próxima ejecución intrafamiliar, ha elegido a su hija como sucesora, el hombre querrá enseñarle a qué se dedica el líder supremo, o sea, él, a quien su niña no llamará así, sino amado padre o tal vez amado padre supremo. El caso es que el último misil pedagógico norcoreano iba hacia la isla de Hokkaido y provocó la evacuación de cinco millones de japoneses. Cinco millones. El misil terminó en el mar y la alarma duró solo media hora, pero menudo susto. Debió de ser tan enorme como la excentricidad de tener a un tarado inenarrable lanzando como si tal cosa misiles -¡ahí va otro!- a la diana del Pacífico y a la de la estabilidad mundial.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.