Padre de la patria

Se cierra la rueda del destino catalán: Convergència murió para que el PDeCAT diese paso a Junts y sobre las cenizas desquiciadas de Junts reapareciese Convergència. De ese modo, es Artur Mas quien le está devolviendo a Jordi Pujol la honorabilidad que él mismo le retiró oficialmente, junto a la pensión y la oficina con secretaria, cuando al expresident le afloró la millonada en el extranjero. Eso está sin embargo perdonado. En Cataluña todo vuelve a su ser por más que el itinerario haya sido extravagante. El final de la revolución de las sonrisas era esto: ver a Puigdemont resucitar el viejo pujolismo posibilista y 'business friendly' en la cara de Esquerra y con la aparente bendición del PSC.

«Jordi Pujol es el padre de la nación catalana», aseguró ayer Josep Rull, que preside el Parlament y en su día apagó la luz de Convergència antes de irse a Junts y a la aventura. Sobre esa aventura, Jordi Pujol -94 años y el juicio por corrupción fijado para finales de 2025- aseguró ayer que la independencia es «muy difícil», que él sabe desde joven que no se conseguirá nunca y que ahora, tras el 'procés', todos saben que no se conseguirá al menos en los próximos años. ¿La razón? «España es un país muy poderoso». El nacionalismo no termina de aclararse con España. A veces les parece un país tercermundista y a veces uno poderosísimo. Cataluña es en cambio un país superior, de inspiración nórdica, que desde ayer tiene como padre a Jordi Pujol. Imagino que, siguiendo las leyes genealógicas, eso convierte a la nación en nieta del 'avi' Florenci, cuya misteriosa herencia tan maravillosamente se multiplicó en Andorra, lejos de la luz y los impuestos, pero poco a poco en el lado correcto de la historiografía nacional.

Hemos sido injustos con los hombres lobo. Pensábamos que su condición se debía a alguna clase de maldición zíngara, pero puede que sus padres simplemente se pasasen con el minoxidil. Y que no lo hiciesen por vicio, sino por la comprensible ilusión de volver a tener pelo. Lo sabemos porque se han detectado en Navarra once casos de bebés con pelo en la espalda y no se debe a la navarridad sino a que sus padres estaban utilizando una conocida loción para recuperar el cabello que al parecer no funciona en el usuario pero sí en su descendencia. Lo hace concretamente a través del contacto físico. Por fortuna, parece que basta con alejar al bebé del minoxidil para que el pelo irregular desaparezca y no haya que estar durante la crianza con un ojo puesto en el niño y otro en el calendario lunar. Recordemos que el remedio más eficaz contra la calvicie es el estoicismo. Que también tiene sus recompensas. Indro Montanelli vivía «un momento de auténtica grandeza» cada mañana, cuando vencía frente al espejo la tentación de peinar sus pocos cabellos creativamente ocultando su calvicie «bajo algún emparrado» y recordaba que, ante la misma situación, «César, que era César, sucumbía».