Manifiesto y facturas

País Vasco ·
Entre GKS y Hacienda, llega un tiempo nuevo al recinto de txosnas

Pablo Martínez Zarracina

Miércoles, 29 de mayo 2024, 00:01

Hace un par de veranos que el enfrentamiento entre la izquierda abertzale canónica y los jóvenes turcos de GKS se da en el frente de ... txosnas. No es casual. Todo recinto con txosnas es en Euskadi un lugar de poder. Como Stonehenge, pero con el suelo pegajoso. El conflicto comenzó en algunos pueblos y hubo encierros y movidas. Cuando el lío llegó a las fiestas grandes, llegaron los grandes vetos. Y ahora más de un centenar de artistas denuncian en un manifiesto que las coordinadoras de txosnas y comparsas -organismos de secular obediencia a la izquierda abertzale- «prohíben» en Bilbao y Vitoria la implantación de los jóvenes socialistas coordinados. Entre los firmantes, Fermin Muguruza, Iosu Zabala, Gari, El Drogas o Natxo de Felipe, que son ellos solos responsables de buena parte de la música que suena en cualquier txosna vasca usualmente constituida. En cuanto al tema estrella llegada la hora nostálgica, Joseba Sarrionandia también firma. El movimiento tiene una evidente importancia simbólica, o sea, política. Entre otras cosas, porque la gente de la cultura comparte con los quirópteros un sistema de ecolocalización que les permite firmar siempre en la dirección propicia.

La disputa por el espacio festivo vasco es decisiva en términos de implantación y flujo de caja. Ambas cosas explican el intenso interés de GKS. Y también el de la Diputación de Bizkaia, que ha avisado a las comparsas en plan avanzadilla de que las fiestas del año próximo serán las últimas sin facturación electrónica. Pueden apostar a que la animadversión al ticket sí pondrá de acuerdo a la izquierda abertzale y a GKS. Y eso que en las txosnas se defiende lo público con fiereza y enormes pancartas. La emoción debería de ser mucha en ese mundo al pensar que en breve las multitudes festivas del país contribuirán al ritmo al que comen y beben, furiosamente, a engordar las arcas públicas hasta que las diputaciones se vean con un pastón que ni el fondo soberano de Noruega. Y todo para educación y sanidad, pues a ninguna otra cosa se destina como se sabe el dinero de los impuestos.

Vaticano

Puerta cerrada

Pensábamos que el Vaticano era un sitio lleno de inteligencia y 'finezza', pero el Papa se disculpa por haber dicho que en algunos seminarios hay «demasiado mariconeo». Lo dijo en italiano -¡frociaggine!- y en una reunión con la Conferencia Episcopal Italiana, que por muy a puerta cerrada que fuese digo yo que tampoco sería como una quedada con los 'ragazzi' en el Trastévere para ver el partido de la Roma. Tras la filtración, Francisco asegura que no quería ofender a nadie y menos que a nadie a Félix Bolaños y a Yolanda Díaz, sus mayores fans. Cierto que esto último el Papa no lo ha dicho, pero seguro que lo piensa. Parece que colaboradores del Pontífice explican que, al ser argentino, Francisco no conocía la carga semántica de la palabra que utilizó. No tiene sentido: los argentinos son capaces de reconocer la palabra más ofensiva incluso en idiomas que ni siquiera hablan. Por detrás de la anécdota, la evidencia de que una cosa es evitar que alguien se haga sacerdote huyendo de su orientación sexual y otra distinta que una orientación sexual en concreto impida a alguien ser sacerdote. Y por detrás de la evidencia, el resquicio que nos permite ver a Francisco siendo progresista a puerta cerrada.