Kalimotxo fiscal

Como ya es tradición, los reproches más contundentes al Gobierno por sus acuerdos con los independentistas catalanes vinieron de los independentistas catalanes. Entre las amenazas sin respuesta habituales, la portavoz de Esquerra le recordó a María Jesús Montero lo que dice el acuerdo: a partir de ahora van a tener ellos «la llave de la caja» y el principio de ordinalidad garantiza que el que más tiene más se financie. El portavoz de Junts fue más original y, agitando sus siete votos imprescindibles para el Gobierno, amenazó con el «game over» si se intenta sustituir el café para todos por el «kalimotxo fiscal». Que el País Vasco sale magullado del debate sobre la financiación catalana parece ya algo inevitable. El lehendakari tuvo que exigir respeto para el Concierto y urge en mi opinión que haga ahora lo mismo con el kalimotxo.

Un estudio internacional encargado por la Organización Mundial de la Salud concluye que los móviles no provocan cáncer. Imagino que ahora ya podemos comenzar a usarlos en serio. El estudio también concluye que las antenas de telefonía provocan el mismo cáncer que los teléfonos, o sea, ninguno, que es por otra parte lo que los científicos llevan décadas indicando con éxito relativo. Entre nosotros hemos llegado a ver a instituciones públicas apostar por los vinilos antirradiaciones para tranquilizar a gente que aseguraba sentirse mal, un autodiagnóstico que en mi opinión siempre merece refuerzo positivo: «¿Pero cómo no va a sentirse usted mal estando como están las cosas?». El estudio de la OMS llega avalado por los mayores expertos y sostenido por un trabajo ingente y pormenorizado.

La ciencia maneja evidencias y demostrar la inexistencia de algo puede ser paradójicamente complicado. Que el móvil no provoca cáncer, pero hay grupos de WhatsApp que provocan cefaleas, ansiedad, hidrofobia, hiperventilación, agresividad, desesperación y 'tedium vitae' se lo certifica ahora mismo, sin necesidad de estudio alguno, la OMMM, o sea, la Organización Mundial de Mí Mismo.