Cúbrete otra vez
Sanidad ·
Las mascarillas regresan a los centros de salud con calma y por partesSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Sanidad ·
Las mascarillas regresan a los centros de salud con calma y por partesTermina la Navidad, el apogeo del virus respiratorio satura los hospitales y la ministra de Sanidad anuncia que el lunes sin falta les pide a las autonomías que impongan el uso de mascarillas en los espacios sanitarios y sociosanitarios. No lo hará de cualquier modo. ... Mónica García va a pedirlo «de manera proactiva». Y sin la menor competencia sobre el asunto. Mientras tanto, en Cataluña, Valencia y Murcia la mascarilla en ambulatorios, hospitales y residencias es obligatoria desde ayer. En el País Vasco Osakidetza argumenta que ellos la mascarilla ya la tienen muy recomendada y esperan al lunes para ver qué se cuentan los expertos del ministerio. En Madrid, hipocentro y núcleo incandescente de la libertad, avisan de que no van a establecer ninguna obligatoriedad porque los madrileños son «perfectamente conscientes» de si tienen que usar o no la mascarilla.
¿Lo escuchan? Están tocando nuestra canción. Es aquella vieja melodía. El chachachá de la cogobernanza. El mambo del regate y el experto. La cumbia descoordinada del covid.
Menos mal que esta vez las vacunas nos protegen, la mayoría de las infecciones se superan con reposo e ibuprofeno y la tasa de hospitalización no es dramática, especialmente para quienes seguimos fuera de los hospitales. Eso no impide que los centros estén a reventar, se graben por los pasillos documentales semibélicos y las costuras del sistema se tensen por donde siempre: Urgencias y Atención Primaria. Para combatirlo, recuperar las mascarillas no se diría un esfuerzo desproporcionado. Pero sí uno que convendría haber comenzado hace dos o tres semanas, cuando todo esto se veía venir. En el informe independiente sobre la gestión del covid publicado el mes pasado son constantes las apelaciones a la coordinación, la integración y la homogeneidad de las decisiones. Suena a invocación celestial en un Estado compuesto en el que quienes están obligados a colaborar se han enseñado los unos a los otros que para sus intereses particulares les viene mucho mejor utilizarse como excusa.
Elvis
Cuando era niño y vi 'La guerra de las galaxias' me pareció evidente que el futuro de la comunicación sería así: R2D2 reproduciendo el holograma de la princesa Leia destinado a Obi-Wan. Lo recuerdo cada vez que me entra una videollamada. «No era esto», me digo. No dejan de defraudar los hologramas. Puigdemont iba a utilizar uno para las autonómicas de 2017, pero al final utilizó a Jordi Sànchez. Ahora dicen que Elvis regresa a través de un holograma que posibilitará «la experiencia del concierto inmersivo». Se han hecho antes cosas similares con genios como Frank Zappa. Imagino que los herederos de las estrellas estarán hartos de que se lucren los de las bandas tributo cuando son ellos los que arrastran los traumas. No se olvidará fácilmente que tu padre llamase para decir que este año tampoco iría a tu cumple porque estaba de fiesta con Keith Richards. Como la ficción siempre ha existido, el error del holograma es apelar a la autenticidad de la experiencia, que solo puede ser una evolución de ver un concierto de Elvis con la cara muy pegada a la televisión. Terminaremos siendo la primera generación de la historia que podrá decirlo con razón: la realidad no es lo que era.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.