Caos de cercanía

Caos intolerable, definió el Govern viendo que una vez más Puigdemont les ganaba por la mano en la gestión de conspiraciones y agravios. Y el ministerio de Transportes respondió hablando de una acción intencionada -tal vez existan los robos de cobre involuntarios, instintivos, reflejos-, pero destinada a provocar daños graves en la red ferroviaria. Como es natural, mientras se sucedían estas declaraciones y con los trenes parados, muy especialmente en Barcelona y su entorno, el país entero esperaba el tuitazo de Óscar Puente, ministro que reacciona al instante para hacer arder las redes por cualquier estupidez, pero que no tiene la menor prisa cuando lo que arde es la red de Rodalies por la sobretensión y se reduce la movilidad en plena jornada electoral.

Con la participación en niveles similares a la de las elecciones de 2021, ayer por la tarde ya se intuía que el caos en los trenes de Cercanías todavía no iba a afectar tanto a la fiesta de la democracia como al comienzo del día de hoy: el funeral de una mañana de lunes laborable. El episodio se ofrece perfecto para la lucha partidista sin cuartel, ya que, si es Renfe quien mueve los trenes de Rodalies, es el Govern quien en principio debe ocuparse de la gente que va por ahí robando cobre. El alcance del lío no tendrá por supuesto que ver con el pobre ciudadano mortificado sino con la conveniencia partidista tras el resultado electoral.

España quedó cuarta por la cola en Eurovisión, un puesto que hace pensar en que el triunfo habría sido quedar últimos. El dúo Nebulossa solo obtuvo los votos de Italia, San Marino, Austria, Suiza y Finlandia. Hay que recordar que 'zorra' es una palabra que se desvía de la tradición latina y a un italiano no le hace pensar en un animal sino en la mujer de un espadachín enmascarado mexicano. Imagino que por eso nos votarían los amigos transalpinos. Por no entender la canción. Respecto a la participación de Israel, Yolanda Díaz anunció en pleno concurso que va a estudiar «las medidas necesarias para que RTVE no vuelva a apoyar Eurovisión es estas condiciones». Creo que la vicepresidenta del Gobierno debería actuar con toda severidad y comenzar prohibiendo que España acoja en otoño la celebración de Eurovisión Junior, que es esa versión del festival que se hace con niños, redoblando el delito de un modo manifiesto. Y luego, ya puestos, prohibir que la televisión pública emita cualquier clase de concurso con niños -especialmente si se les obliga a cantar, bailar o ser graciosos- hasta la reedición en 'prime time' de 'Cesta y puntos'. Las medidas necesarias, claro que sí. Así aprenderán.