Nuevos autos locos

Además del evidente interés por enturbiarlo todo, a Vox hay que reconocerle la habilidad para pillarle el truco a la época. Muchos no se han dado aún cuenta, pero el coche se revela como la solución idónea para los colectivos más inquietos y comprometidos. Los fieles de Teherán, por ejemplo, celebraron hace unos días la ruptura del ayuno del Ramadán asistiendo en coche a la retransmisión de una ceremonia religiosa en la explanada de un parque de atracciones. Un autocine, pero en litúrgico. Mientras tanto en Alemania, ese país de orden también por el lado de la música electrónica, ya hay discotecas que organizan sus sesiones del sábado noche en el parking. Los clientes estacionan frente a un escenario en el que estallan las luces y se pincha hard techno a volumen apocalíptico. Y responden al terremoto rítmico encendiendo y apagando los faros mientras bailan sin salir de sus coches.

Todavía el automóvil, hasta ayer mismo tan denostado, resucita como una especie de salvoconducto ciudadano. ¿Veremos a Greta Thunberg encabezando manifestaciones de coches eléctricos contra el cambio climático? ¿Ya los de Vox contramanifestándose en coches diésel muy contaminantes? Ojalá lleven un oso armado en el asiento de atrás. Si no queda más remedio, vamos con 'Mad Max', pero al completo.

Se diría que Neil Ferguson, el asesor científico que le quitó de la cabeza a Boris Johnson la idea de buscar por las bravas la inmunidad de grupo frente al coronavirus, es un temerario. Lo sugiero porque, cuando un país de casi setenta millones de habitantes a los que has encerrado en casa te conoce como 'Profesor Confinamiento', hay una sola cosa que quizá no debas hacer: saltarte el confinamiento. Bueno, Ferguson lo hizo para verse con su amante y el país no habla de otra cosa. Ayuda que los tabloides hayan dado detalles que regresan, es curioso, sobre cierta narrativa populista que triunfó con el Brexit, pero se vuelve ahora contra el Gobierno de Johnson: gente que vive en casas del centro de Londres que cuestan dos millones de libras y tienen matrimonios abiertos imponiéndole al país normas que ellos mismos no cumplen. A Ferguson, eso sí, ya se le ha cambiado el apodo. 'Profesor Pantalones Abajo', en adelante.

Aitor Esteban dijo ayer en el Congreso que «el mundo es redondo y complicado». Los presentes, boquiabiertos. Un día a Esteban lo sacan a hombros por la Puerta de los Leones. Por el virtuosismo. Infalible y letal, el PNVse mueve en el último segundo de las crisis como Romario en el área. Pasó ayer:seis votos, cogobernanza, ferias abiertas, elecciones listas... Si la cosa se le complica más al Gobierno, no descarten que en la fase 5 los niños sin colegio del país terminen metiendo horas en las obras del TAV vasco, que habrá que acelerar eso también.