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La música no cambia, solo lo hace la forma de percibirla en cada momento. Esta misma semana ha vuelto la música de los 60 y los 70, gracias por igual al estreno de un documental sobre Peret y al revival que el 'teaser' de la ... nueva película de Tarantino ha hecho de Los Bravos. Escuchar ahora la rumba catalana de Peret impone la curiosa nostalgia de una Barcelona en paz con su mestizaje cultural, sin vergüenza alguna al combinar en el gusto popular los ritmos agitanados y flamenquitos de Gràcia y de Hostalfrancs, con la filiación lingüística y política de la Nova Cançó. Una sutil relación entre el quijotismo y el 'seny', que diría Ferrater Mora. En el documental sobre Peret que ha dirigido Paloma Zapata no hay problemas identitarios, sino únicamente el retrato veraz de un gitano rumbero y multicultural, tan avezado con el compás como versátil para cantar y vender millones de discos en catalán, español y caló. Además, quien se crea que 'Una lágrima', 'Tracatrá' o 'El gitano Antón' no eran sino secreciones rumberas del subdesarrollo cultural, solo tiene que repasar la hemeroteca más reciente o el diario de sesiones del Parlament para concluir que lo de Peret estaba en un nivel ciertamente superior.
A los Bravos y a su pop rock del tardofranquismo los ha resucitado Tarantino, al incluir la versión del 'Bring a Little Lovin' en la banda sonora de su nueva película, 'Érase una vez en Hollywood'. Los Bravos fueron el bálsamo milagroso con el que romper la autarquía gris del franquismo, proclamando en el pop rock de los 60 un cosmopolitismo musical y español mucho más aparente que real. Porque entonces la vanguardia no era la cultura musical autóctona del flamenco o de la copla española, sino la asimilación plena de la música anglosajona o afroamericana, cantando en inglés como Mike Kennedy. Curioso el contraste con los tiempos actuales, en todo caso, porque ahora es tan vanguardista la sublime evolución flamenca de Rosalía, como lo último del pop o el rock mainstream. Ya se ve, en fin, que la música no cambia tanto como la forma de percibirla en cada momento.
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