EL MENOR DE LOS DAÑOS
No fue humillante la derrota ante el Barcelona, algo que habría dejado muy tocado anímicamente al Alavés
Raúl Alústiza
Miércoles, 30 de agosto 2017, 01:02
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Raúl Alústiza
Miércoles, 30 de agosto 2017, 01:02
Si hay que valorar algo positivo del partido del sábado contra el Barcelona en Mendizorroza, es que al menos no dejó daños colaterales. Independientemente de que una derrota nunca viene bien, siempre es menos derrota si ella sucede contra el Barça. Entre otras cosas, porque ... no fue una derrota humillante, algo que habría dejado muy tocado anímicamente al Alavés. Además, porque aparentemente no se sufrieron lesiones, tampoco hubo expulsiones y, sobre todo, se disfrutó de un buen ambiente tanto dentro del campo como fuera de él.
Comentaba Manu García y el míster, Luis Zubeldía, que no pudieron aplicar la idea que en principio tenían planificada, intentando presionar arriba en el inicio del juego del rival. Algo que resultó imposible debido a la gran posesión de balón blaugrana. Fueron en contadas ocasiones las que se llegaron a las inmediaciones del área del Barça, por lo cual apenas surgían oportunidades para poder ir arriba y presionar. Tengo la impresión de que esta imposibilidad de aplicar la idea planificada en el vestuario nos pudo venir bien. Pienso que presionar su salida hubiera sido arriesgarse a sufrir mucho, ya que normalmente ellos salen airosos de ella.
Por lo tanto, las consecuencias posteriores habrían sido gravísimas, ya que al equipo no le hubiera dado tiempo a replegarse, y aquello habría sido un coladero. Creo que replegados como se estuvo, es un planteamiento más acertado para defender un estilo como el del Barcelona, aunque solo haya servido para no recibir una goleada. Una presión arriba, de entrada, parece más bonito, más espectacular, da la sensación de más implicación, entrega y de esfuerzo, pero es engañosa. Hay que tener en cuenta que los que le han hecho daño al Barça presionando siempre han sido equipos de Liga de Campeones. Y es más, si en este repliegue se hubiera tenido un poquito más de precisión en los pases y un mínimo de temporización para dar una salida con cierta tranquilidad y criterio, habría aparecido media docena de jugadas de contrataque como las de Rubén Sobrino, Manu García, etcétera. Y si se hubiera marcado en algunas, seguro que habría cambiado la percepción del partido, afirmando lo bien que se defendió y qué listo se fue estando agazapados para salir y pillarles a la contra. Bueno, esto es lo de siempre: "…y si…, …y si".
Por cierto, si comparamos el encuentro con el de la campaña anterior en el Nou Camp, creo que fue parecido o igual, la diferencia es que en el anterior se acertó en dos de las tres o cuatro veces que se pasó de medio campo. Aquel día se jugó con tres centrales y el sábado, con tres pivotes.
Me gustó el comentario de Zubeldía cuando afirmó que no se atrevía a concretar errores porque quería ver el partido en vídeo. Lo que siempre digo, el partido se vive en el campo, pero el juego se ve y analiza en la televisión o el ordenador. Siempre nos confunden las sensaciones para ver con objetividad la realidad del juego.
Así, nada más finalizar los encuentros, solemos oír auténticas incongruencias en las valoraciones y análisis. En ese momento es difícil tener una percepción justa de la realidad, somos todo emociones. Pero eso sí, para los que andamos en esto de los medios de comunicación nos da más juego, hay más para hablar y escribir. Muchas veces pienso que se mide más a los jugadores y entrenadores por los comentarios que por lo que juegan o plantean. Son las incongruencias de la sociedad actual, que es más fácil vender opiniones que argumentos. Por lo tanto, no es mala esa idea de Zubeldía de asegurarse con datos y argumentos objetivos, para que luego opine con rigor.
Y ahora viene el "parate", como llama Zubeldía al parón liguero. Creo que nos viene bien, porque faltan piezas por llegar, otras por salir y, sobre todo, tiempo para sincronizar todas ellas. Aunque parezca un disparate, sigo pensando que hoy en día las pretemporadas en el fútbol sirven de poco. Se empieza a entrenar con el equipo filial, van llegando jugadores de aquella manera, algunos todavía hoy están por llegar, y otros que están, no seguirán. Las condiciones en cuanto a aspectos de ubicación, climatología, tranquilidad, desplazamientos, amistosos sin ninguna lógica, compromisos publicitarios, etcétera. Por eso creo que la pretemporada es una de las grandes mentiras del fútbol.
Ya que hablamos del Barcelona, y como era de esperar en el este club o en cualquier otro grande, tiene que demostrar que es grande no solo por los títulos que gana, sino también por la sinrazón de lo que malgasta en fichajes. Cuanto más caro se pague un futbolista, más importante es el club, y así ha sido con la reciente contratación de Dembélé, que no tengo muy claro si vale lo que ha costado.
Y evidentemente, algo de Real Madrid, que el empate en casa con el Valencia es una prueba clara de "crisis" y de "fin de ciclo"; todo esto, claro, según la prensa rosa versión fútbol.
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