El coche coreano de Pedro Sánchez

Del estupor inicial ante la imagen global, de la comprensión por el estado de ánimo de la población pero también del rechazo radical a cualquier acto de violencia y aquello era violencia, pasé a un detalle, a un pequeño gran detalle: Pedro Sánchez y sus escoltas utilizaban un Ssanyong Rexton como vehículo. «No puede ser tamaña torpeza», me dije a mí mismo, mientras me lanzaba al ordenador para ver la 'repetición de la jugada'. Pues sí, eran varias unidades del Rexton. Torpeza consumada.

A saber. El Rexton es un modelo de SUV, tracción a las cuatro ruedas, 202 caballos de potencia, de la marca Ssangyong, fabricado por el grupo coreano KGM. ¿Donde se ensambla ese automóvil? Pues en la factoría situada en Pyungtack, Corea. «Espero que al menos sea híbrido», pensé para mí tratando de dar una salida honorable en la elección de los medios de locomoción para un presidente y un Gobierno que está tratando de meternos el vehículo eléctrificado con calzador. Pues tampoco. Otra torpeza, el Rexton es un diésel con etiqueta 'C'.

¿No ha leído el presidente del Gobierno y el departamento de compras que se encargue de estas cuestiones en Moncloa el informe Draghi? ¿Ni siquiera un resumen sintético? ¿No se han enterado de que la industria europea está en crisis, necesitada de apoyos y está a punto de declararse perdedora frente al desarrollo tecnológico norteamericano y la competividad de países como China y también Corea? ¿No son conscientes y sensibles al hecho de que es precisamente la industria del automóvil europea, española y vasca, la que más peligro corre en estos momentos, gracias en gran parte a la transición energética que nos hemos-han impuesto?

Suele pronunciar un conocido empresario alavés, cada vez que tiene un micrófono en las manos y hay representantes de los poderes públicos en las butacas, una frase lapidaria: «No hace falta que me den ayudas, no las quiero, pero al menos compren nuestros productos y no los que se fabrican en otros países».

No hay excusa para el comportamiento del departamento de movilidad de la presidencia del Gobierno español. Hay nada menos que cinco vehículos tipo SUV que se fabrican en España, alguno en concreto competidor directo del Rexton por prestaciones, tamaño y equipamiento. También hay más de una veintena de modelos equiparables fabricados por compañías europeas y una parte importante de esos modelos en versiones híbridas e incluso eléctricas puras, más acomodadas al planteamiento idelógico y tecno-climático de nuestros gobernantes. ¿Es tan difícil cuidar estas cositas?

Los representantes públicos son también prescriptores. Sí, eso que ahora se conoce como 'influencers'. «Agotado el abrigo que Pedro Sánchez lució en Davos», es el titular que puede leerse en la hemeroteca si se consultan las noticias del pasado mes de enero, en relación a la vestimenta que el presidente llevaba en la cumbre suiza. Allí sí, todo estaba de acuerdo a lo que cabía esperar: abrigo de marca española -Joma- y de precio socialdemócrata, tan solo 88 euros de coste.

En esta ocasión no creo que se agoten los Rexton en los concesionarios, pero el mensaje del presidente Pedro Sánchez a la nación, con hechos que son los que realmente importan por encima de las palabras, es claro y contundente: «Usa un coche que no sea europeo y equipado con motor diésel, como hago yo».

Cuando no eres capaz de gestionar de forma adecuada los pequeños detalles… es más difícil aún resolver los grandes problemas. Y así se nos está quedando la industria europea… SuperMario, te has cascado 400 folios y no te hacen ni puñetero caso.