Borrar
Fernando Buesa.
El año de los magnicidios

El año de los magnicidios

Viernes, 21 de febrero 2020, 01:03

La reiteración del mal lo banaliza. Luciano Rincón escribía en 1980: «En Euskadi la muerte, como arma política, ya no sirve para nada. Ni siquiera para producir horror»; se había convertido ya para entonces «en un elemento del ejercicio cotidiano de la ciudadanía». Quizás por ... eso, veinte años después, nos costó darle al atentado que acabó con Fernando Buesa y con el ertzaina Jorge Díez Elorza la entidad que suponía. La última vez que se había asesinado a un diputado general fue cuando los fascistas sublevados mataron a Teodoro Olarte en la noche del 18 de septiembre de 1936 en el río Bayas, cerca de Miranda. La última vez que se había asesinado a un consejero fue cuando los fascistas sublevados ejecutaron a Alfredo Espinosa, un 24 de junio de 1937, en la prisión de Vitoria, «por adhesión a la rebelión». Buesa lo fue por ETA «por su odio y opresión hacia Euskal Herria». Había sido vicelehendakari del Gobierno vasco, consejero de Educación, diputado general de Álava, portavoz parlamentario del Grupo Socialista Vasco, miembro de las Juntas Generales alavesas y concejal del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Sin duda, estamos ante el cargo institucional más relevante contra el que actuó con éxito ETA durante la democracia. Pero no le dimos entonces la relevancia que tenía.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El año de los magnicidios