Por más que nacer en las cercanías de un volcán sea una escuela de resignación, parece claro que estamos a punto de ver cómo a un vecino de La Palma que acepta con entereza el embate geológico lo termina sacando de quicio un reportero. Como ... no soy capaz de analizar el presente vulcanológico, voy a hacer algo más sencillo: predecir el futuro. Un día no muy lejano, los abuelos canarios señalarán hacia un volcán y les explicarán amorosos a sus nietos que, cuando llega la erupción, aparece el fuego, la lava, la ceniza y algo aun peor, los periodistas de Madrid, también los famosos, que por alguna razón peninsular lo único que quieren es que hables con mucho acento y rompas a llorar frente a la cámara.
Publicidad
Viendo la tele estos días, a mí me parece que los vecinos afectados por el volcán le están dedicando un tiempo enorme a los reporteros. Por educación. Y un poco también por pena. Es frecuente que el reportero televisivo esté más nervioso y acelerado que la víctima del volcán. El otro día vi a uno tan sobreactuado que parecía a punto de meterle el micro a la lengua de fuego que avanzaba inexorablemente, según decía, hacia el mar. Si llega a hacerlo, no descarto que el fenómeno magmático se hubiese detenido un segundo para responderle sin dar crédito: «¿Pero qué otra clase de fuerza destructiva eres tú?»
El automatismo de exponer al reportero televisivo al desastre natural es ya incorregible y transforma cualquier drama en una feria. Da igual que no tenga el menor sentido periodístico, ya que lo noticioso no es lo que el reportero explica (¿qué va a explicar el pobre en medio de un maremoto?), sino la escena que se está generando sin la menor necesidad.
El reverso de esa inutilidad es conocido. Consiste en lanzarse sobre alguien que llora e intenta sacar sus objetos personales de una casa que va a desaparecer bajo la lava para preguntarle cómo se encuentra. Vuelvo a predecir el futuro, que estoy en racha. Se irán los reporteros, se replegarán las autoridades, los vulcanólogos continuarán fascinados con sus cálculos y sus mediciones y el ciudadano afectado se verá solo, tecleando en el móvil un número de póliza e intentando explicarle a una máquina indiferente una situación indescriptible. Siniestro. Volcán. El domicilio ya no existe.
Publicidad
DEPP
Cuando se supo que uno de los premios Donostia de este año era para Johnny Depp, el resorte de la cancelación saltó con la furia habitual. Además del ruido en redes -ese universo ridículo donde la gota colma el vaso constantemente, sin interrupción ni consecuencias-, hubo protestas del sector y parecía que podía formarse un lío. Sin embargo, el festival se mostró firme. Johnny Depp no ha sido condenado por maltrato. El director Rebordinos dijo que, si le censuraban el premiado, él se iba. ¿Por qué los del cine no son todos así cuando para aguantar el tipo basta con tener visto medio ciclo de John Ford? Se habla todo el día de las fuerzas de la cancelación, pero no se prueba a plantar cara. Tranquilamente. Al final Johnny Depp vino y se llevó su premio. Aterrizó, eso sí, un poco tarde, pero fue por el mal tiempo. Lástima. La posibilidad de que la estrella tarumba hubiese perdido su propio avión privado era insuperable.
COVID
Jonan Fernández confirmó ayer en el Parlamento que la normalidad llegará en octubre. No una normalidad «absoluta», explicó el director del LABI. Pero sí una «aproximada». Bueno, no pasa nada: en realidad, la normalidad, antes que absoluta, suele ser bastante rara. La nuestra más, claro. Se lo vas a explicar a Jonan Fernández. Otra cosa que hemos aprendido últimamente es que las restriciones se sufren y se protestan, pero la normalidad ni siquiera se celebra demasiado. Solo se ocupa de la manera más veloz y natural, casi al asalto.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.