![Kurdistán](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201910/26/media/cortadas/moreno26-k0XH-U90508984463YvB-624x385@El%20Correo.jpg)
![Kurdistán](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201910/26/media/cortadas/moreno26-k0XH-U90508984463YvB-624x385@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Guardamos todos los elementos necesarios en nuestra imaginación para construir un territorio hostil en el que civiles sucios, asustados y cansados, deambulan por una ciudad semiderruida en busca de agua, refugio o esperanza de vida para sus próximas horas. Lo hemos visto en las películas; ... un atrezo impecable; el polvo del desierto cuarteando los labios de los soldados, los cabellos hirsutos de los niños vestidos con harapos que miran a la cámara sin parpadear, el silencio inquietante, la detonación, y el jadeo de quien huye… Esa guerra que almacenamos con retazos de miradas que pertenecen a Ridley Scott, Katheryn Bigeloz o Brian Gilbert es solo el parque temático de la verdad que se cuece más allá de nuestra butaca, concretamente en Oriente medio, dónde vivir vigilando la espalda es casi genético.
Lo vimos en 'No sin mi hija'. La épica escapada de una madre norteamericana con su hija por las montañas del Kurdistán, ayudadas por ese pueblo kurdo sabedor de que la búsqueda de la libertad no tiene, las más de las veces, banderas o naciones, sino un territorio donde vivir en paz. Los kurdos, ese pueblo indoeuropeo con el dudoso privilegio de enclavarse en la región del Kurdistán, en el Asia Occidental, entre Turquía, Irak, Siria e Irán, es uno de esos pueblos persas que buscan eternamente su reino perdido, y a quien cualquier tropa de cualquier país que apoye cualquier conflicto de la zona, machaca, utiliza, y trata de extinguir. Cuando los grandes imperios, entre ellos el otomano, se descompusieron tras la primera Guerra Mundial, y nacieron los nuevos países, los kurdos perdieron la oportunidad de tener su propio Estado. Turquía, que les había apoyado contra los persas, no quiso reconocerles, y ceder parte de su territorio y ahí empezó su larga penitencia. Ante la falta de apoyo internacional, fueron surgiendo facciones, partidos kurdos como el PKD o el PKK, considerado como un grupo terrorista por Turquía, y que ha causado bajas en otra época.
Han vivido momentos de paz, treguas y atentados en el país que hoy lidera el controvertido Erdogan. No son árabes, ni turcos, son una minoría étnica atrapada entre la zona norte de Siria y la frontera turca, y afectados por los conflictos de esos países. En Siria son millones, y por eso han luchado contra los islamistas del ISIS para liberar el país de su yugo, lo que les ha supuesto pérdidas considerables. Pero en enero, Trump anunció su intención de retirar tropas de Siria, para enviarlas «lentamente de vuelta a casa». Los kurdos sirios temieron que Turquía utilizara la retirada estadounidense como una oportunidad para lanzar un ataque contra ellos y así ha sido. La frontera entre Turquía y Siria se ha vuelto un polvorín que Europa mira de reojo, y que Estados Unidos, con Trump a la cabeza, sonríe mientras publica tuits al respecto. Para alguien como yo, sin experiencia en geopolítica, resulta cuando menos agotador seguir la pista de los acontecimientos de estos protagonistas del azar geopolítico por los que no siento sino la piedad de su desnorte, preguntándome si estas maniobras no esconderán otras intenciones.
Los kurdos son casi 30 millones de persas sin Estado, quizás más, puesto que las cifras no son fiables. En la actualidad, muchos sobreviven en campos de refugiados, suponen un 25% de la población turca, un 10% de la siria, el 20% de la de Irak y un 20% de Irán. También hay parte de esta población en la antigua URSS, en Armenia y Azerbaiyán, y si los sumamos, son la tercera 'nación' más numerosa de Asia Occidental después de árabes y turcos. Y, sin embargo, las páginas de su historia están llenas de girones imposibles de reparar.
Trump hace bromas con su colega turco, frivoliza los dramas que para él se ruedan en los platós que tiene alquilados pero, según me cuentan, los kurdos han sido indispensables en la guerra contra Isis, los han contenido en los rincones más complicados, el acoso que sufren por Turquía dejará en libertad a todos los combatientes que no han renunciado o muerto, porque Erdogan se siente frustrado al comprobar que la comunidad internacional no comparte su valoración de los kurdos sirios, sino que, de hecho, desea apoyarlos. Está claro que los movimientos de la política internacional sobrepasan lo previsible.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.