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Quienes suscribimos este texto tenemos una aspiración común: favorecer la unidad de la izquierda vasca para impulsar una sociedad más democrática, justa, igualitaria, inclusiva, feminista, sostenible, pacifista y republicana. Nos preocupan, y mucho, problemas globales como la escalada bélica en el mundo, el capitalismo que ... prima el beneficio propio, el auge de la extrema derecha, el uso de la tecnología para el control de la voluntad ciudadana, el cambio climático y quienes lo niegan o la legitimación del racismo y la xenofobia como respuesta al fenómeno de la inmigración.
El Estado español no es ajeno a esta realidad. PP y Vox representan una amenaza a la convivencia. Reivindicamos la voluntad política que ha hecho posible la mayoría progresista como única alternativa a la alianza Feijóo-Abascal. El reto ahora es dotar a este espacio de los puntos de encuentro y la estabilidad necesaria. Es justo reconocer la coherencia de quienes han optado por evitar el ruido y la desestabilización para actuar con responsabilidad, defendiendo derechos y propuestas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas.
Queremos contribuir, desde nuestro compromiso en ámbitos como la política, el sindicalismo, la educación, el feminismo, la ecología, el voluntariado, la cooperación y otros muchos, a consolidar una izquierda vasca plural, sensible a las demandas y necesidades de la ciudadanía.
No compartimos el modelo de producción neoliberal que antepone el capital a la persona, se basa en la especulación de los mercados financieros, provoca precariedad, bajos salarios y pérdida de poder adquisitivo. La angustia y preocupación ante un futuro que se presenta incierto genera descontento y malestar social, el caldo de cultivo idóneo para el avance de las teorías de la conspiración y el populismo.
Euskadi no es ajena a este sentimiento de frustración. Hemos interiorizado que la juventud actual y las siguientes vivirán peor que sus padres y madres. Son la generación mejor formada, hablan más idiomas y han crecido con el uso de las tecnologías más avanzadas, pero saben que acceder a un puesto de trabajo estable y bien remunerado es una meta imposible, como lo es también adquirir o alquilar una vivienda. En este contexto, no extrañar el incremento de los problemas de salud mental en este colectivo. No existen recetas mágicas para resolver problemas complejos; lo primero es reconocerlos.
Y en la Comunidad Autónoma Vasca quienes gobiernan no lo hacen. La autocomplacencia de formaciones como el PNV, cada vez más próximo a las élites económicas y empresariales, está, con la complicidad y apoyo del PSE, alejado de su base social, en el origen, junto a la arrogancia, de su retroceso electoral.
El Gobierno vasco, y quienes lo sostienen, movidos por la inercia y la escasa ambición social, son los últimos responsables del grave deterioro del sistema de salud, debilitamiento de la educación pública, deterioro de la red asistencial o declive industrial.
No han sido capaces de impulsar un sistema productivo que promueva riqueza, empleo decente, que sea respetuoso con el medio ambiente y genere, a través de una fiscalidad justa, los recursos suficientes para implementar derechos, como la renta básica incondicional o un nuevo modelo de servicios públicos de calidad. Culpar a la lucha sindical y a la movilización ciudadana de propiciar un clima de confrontación para deteriorar la imagen del Ejecutivo vasco es un ejemplo más de su inoperancia y pone de manifiesto la prioridad de apostar en las próximas elecciones autonómicas por un cambio de ciclo político, en el que la izquierda vasca trabaje conjuntamente, generando confianza, ilusión y esperanza.
EH Bildu representa hoy la principal referencia para la alternativa, por adaptación de su propuesta política a las necesidades de la gente, responsabilidad en las instituciones, cohesión interna, voluntad de diálogo y capacidad de movilización. Pero es necesario recordar que la izquierda vasca va más allá del espacio independentista. Sectores vasquistas, federalistas, confederalistas y republicanos, que reconocen el derecho a decidir, son imprescindibles para que el cambio sea posible.
Por ello, animamos a EH Bildu a liderar este cambio, ampliando sus alianzas, con vocación integradora, a sensibilidades y tradiciones políticas que coexisten en la izquierda de nuestro país, en la puesta en marcha de un frente amplio, que conecte con la mayoría social de progreso y pivote sobre un programa común que permita la confluencia estratégica con sectores de la izquierda no independentista.
La sociedad vasca reclama una alternativa para un cambio social y político, que nunca llegará de la mano de gobiernos PNV-PSE. Es el momento de abandonar la resignación y mirar al futuro con ilusión renovada.
Gaspar Antolín Rodriguez (economista), Rubén Óscar Ardiles (sindicalista), Garbiñe Atxukarro Irasuegui (sociosanitaria), Manuel Antonio Bello Adán (exPodemos), Kontxi Bilbao Cuevas (exparlamentaria vasca), Pedro Cabello Gazapo (exIU), Carmen Carcedo Alarcia (antimilitarista), Joseba Cobo Fernández (transportista), Francisco Javier Cortázar Peña (trabajador en en sector servicios), Rosa de la Fuente Moreno (antideshaucios), Ángel Elías Ortega (exdecano de la Facultad de Relaciones Laborales), Jaime Elías Ortega (abogado), Aitor Etxebarria (kristaua eta euskara teknikaria), Julián Feo González (sindicalista), Carlos Fonseca Rodriguez (voluntariado), Ricardo García García (movimiento vecinal), Raúl González López (ferroviario), Ángel González Martin (movimiento LGTBI), Ricardo González Porto (sindicalista), Antonio Hernández Álvarez (exPodemos), Roberto Lazpita López (cooperación al desarrollo), José Manuel Lorenzo Gómez (sindicalista), Ascensión Matarranz Cueva (periodista), Javier Medel Gordo (sindicalista), Joseba Méndez Gómez (ingeniero técnico), Loli Mulas González (militante feminista), Alberto Mussons Ruiz de Lizaso (exPodemos), José Navas Amores (exdiputado), Paul Nicholson Solano (vía campesina), Iker Recio de la Flor (jefe de almacén), Lucio Recio Recio (comercial), Iratxe Rubio Gil (concejal independiente), Blas Sánchez del Pozo (técnico de Calidad Industrial), Amaia Soloeta González de Audicana (sindicalista), Andrea Uña Barrientos (jubilados y pensionistas), Jesús Uzkudun Illarramendi (sindicalista), Haritz Velázquez Iriondo (técnico informático) y Rafa Velez Romero (Ex Podemos).
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