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El portero David De Gea. REUTERS
Inocentadas 2018

INOCENTADAS

Viernes, 28 de diciembre 2018, 00:58

De Gea ha parado un gol. Y no es inocentada. Su novia, que estaba allí, ha sido testigo y, como es la cantante Edurne, ha emitido un gorgorito tan potente que medio estadio se ha girado sorprendido a mirarla. Que tu novia celebre como un hecho extraordinario que pares un gol es de agradecer, salvo que seas portero profesional. Es decir, salvo que seas De Gea, un fenómeno bajo los palos, siempre que esos palos no sean los de la portería de la selección española. A De Gea en su propio país le pasa lo que a Javier Bardem con la prensa. Que aquí se atranca y en el extranjero se suelta. Curioso. Los ingleses viajando a la Europa del sur en busca del desmadre, cuando resulta que otros la verdadera desinhibición la encuentran mucho más al norte.

A la duquesa de Alba le ha salido una hija secreta cuatro años después de su muerte y tampoco es inocentada, aunque realmente lo parezca. Lo de Julio Iglesias se va a quedar en nada si esto se confirma. Es más, temo que sea el propio Julio el que ha lanzado esa delirante noticia como cortina de humo, ahora que un juez lo quiere sentar en el banquillo. La presunta hija de la duquesa de Alba tiene 75 años y es asturiana. No canta, como Javier Sánchez, el pertinaz hijo secreto de Julio, pero ni falta que le hace. A doña Cayetana no se parece ni en lo blanco del ojo (ni tampoco en la dicción, como el hijo de Julio a su presunto padre), pero asegura tener una hija clavada a Eugenia Martínez de Irujo, otra a Brianda Fitz-James y una nieta que recuerda en los gestos a Tana Rivera... Una de dos, o esa familia desciende verdaderamente de los Alba o ve demasiada tele.

La Guardia Civil pide una caseta con calefacción para los agentes que custodian la casa de Pablo Iglesias. Y no es una broma, aunque sería la mejor de todas: el líder de Podemos y su familia, reunidos junto a la chimenea de su confortable chalet, mientras fuera, a pocos metros, los de la Benemérita se congelan y pasan penurias. Magnífica estampa navideña. Como 'Los santos inocentes' de Delibes, pero al revés. El Cuerpo (la Guarda Civil, no Elle Macpherson) ya ha conseguido instalar allí un retrete portátil, pero ahora reivindica un brasero... Que nadie se moleste hoy en inventar inocentadas, porque la realidad las supera.

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