Inflexión europea

Junto a los retos europeos conjuntos, España debe prepararse para asumir la presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de este año que estrenamos. La política española va de la mano de la europea, ambas se integran y forman parte de lo mismo. Por esto, es importante que seamos conscientes de que, cuando se enlaza con la presidencia europea, todo debe conjugarse de manera más completa. La exposición ante la UE, ante el mundo y ante nosotros mismos como españoles conlleva enraizar aún más las metas.

Necesitamos una inflexión política realista y de calidad. Un cambio en el trazado de la curva que permita que la democracia representativa sea la de la representación ejercida con responsabilidad y sin estridencias. Necesitamos que retos como el Pacto Verde Europeo, la digitalización, la Política común de Seguridad y Defensa, la autonomía estratégica, la recuperación económica o el Pacto de migración europeo consigan llegar al punto de inflexión y la tendencia de la curva empiece a elevarse.

Tenemos las herramientas, los instrumentos, el mecanismo del cumplimento del Estado de Derecho vinculado a la recepción de los Fondos de recuperación Next Generation pero ¿tenemos a las personas? Personas que representen de manera transversal en esta etapa de negociaciones decisivas para las sanciones a Rusia, el tope al gas, el modelo energético.

Considero que un gran reto es hacer compatible la gestión e implementación de las dos transiciones ecológica y digital, compaginar ambas. También hacer nuestro el reto de conseguir que las personas inmigrantes y refugiadas cuenten con una normativa que esté entroncada con los valores de la Unión Europea. Soy consciente de que este asunto es complejo pero la UE debe afrontarlo equilibrando la soberanía europea y las soberanías nacionales. La guerra en Ucrania ha cambiado geográficamente la perspectiva migratoria. Este hecho conduce a un nuevo mapa mental que incide directamente en todos los Estados.

El despertar geopolítico europeo está acompañado de un instrumento clave: la Comunidad Política Europea impulsada por Emmanuel Macron. Una idea que se está configurando como una fortaleza continental. Como he escrito otras veces, la UE elevada a continente: Europa. La CPE nació formalmente el 6 de octubre en Praga y creo que va a constituirse en un instrumento de poder europeo de primer orden en este mundo multipolar. Los 27 Estados de la UE más 17 países que quieren formar parte de este proyecto continental europeo para defenderse y reforzar su seguridad y la de sus ciudadanos. 44 países unidos mostrando una Europa emergente. Escribo los números a propósito.

La inflexión de la política europea debe significar una reforma de los Tratados en los asuntos que necesiten reformularse para que la UE pueda dar respuesta política rápida a los desafíos y peligros de nuestro tiempo. Aquí veo justo resaltar las respuestas al Brexit, la coordinación para la vacunación europea y la creación de los fondos de recuperación. Respuestas tangibles y rápidas a pesar, por ejemplo, de no tener la UE la competencia de Sanidad.

España asumirá la presidencia del Consejo de la UE el 1 de julio. Como escribía antes, la presidencia es un ejercicio político que debe acompañarse de una gran responsabilidad. Esta va a ser la quinta vez que España asume este honor y esta oportunidad. La última presidencia tuvo lugar en el año 2010.

En la inflexión política todos deben unirse, Gobierno, oposición, partidos de todos los colores, ciudadanos de todos los partidos. También entidades de todos los sectores: empresarial, financiero, académico, mediático. Nuestro país tiene la gran oportunidad de trabajar para que nuestro semestre europeo dé sus frutos. Para que los retos de la UE comiencen su inflexión en positivo.

Inflexión política ascendente significa que el proceso de integración se fortalece y que España asume unida su presidencia europea. Inflexión política significa que nuestro modelo constitucional impregna nuestro debate parlamentario.

La secuencia de elecciones municipales, autonómicas y generales en 2023, con la mirada en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024, va a marcar la presidencia española del Consejo de la UE. Todos debemos vigilar y sentirnos hacedores de que la inflexión política europea recorra la curva de manera ascendente y comience su despegue.