Una historia del terrorismo sin historiadores

Cuando las entidades públicas vascas se plantean encomendar estudios e informes historiográficos no suelen acudir en primera instancia, como sería lógico, a la Universidad pública, la que todos los ciudadanos pagan con sus impuestos. Esa preocupante costumbre se ha reiterado en el caso de la unidad didáctica 'Herenegun', que plantea llevar el conocimiento del terrorismo de ETA a las aulas de 4º curso de ESO y de 2º de Bachillerato. Se ha contado con un historiador vasco de destacadísima trayectoria y autoridad para la redacción del cuaderno docente de esa unidad, pero no se ha consultado a otros historiadores de la Universidad pública vasca, a pesar de que entre sus competencias está la coordinación de la asignatura de Historia en la Evaluación para el Acceso a la Universidad (la selectividad), en la que el alumnado de 2º de Bachillerato se examina del conocimiento adquirido.

Aunque no tenga que ser de dominio público, se da la circunstancia, además, de que la escuela de historiadores e historiadoras contemporaneístas en el País Vasco goza de una sólida y contrastada reputación en los ámbitos académicos. El Departamento de Historia Contemporánea de la UPV/EHU y sus cinco grupos de investigación reconocidos son referentes en las diversas temáticas que analizan y comparten protagonismo en proyectos nacionales e internacionales.

Como parte de esa actividad y dedicación, la Historia del País Vasco de los dos últimos siglos es bien conocida gracias a los estudios que estos han llevado a cabo. Son escasas las parcelas con lagunas significativas debidas a que no las hayan atendido los historiadores profesionales y, en todo caso, nuestro trabajo investigador y nuestras publicaciones van llenando vacíos.

Respecto al material principal de 'Herenegun', los cinco vídeos elaborados sobre los cinco decenios de nuestro 'anteayer', cada historiador o historiadora, como ciudadano o ciudadana, tendrá su criterio. Pero como profesionales de la Historia Contemporánea queremos insistir en hacer público que no se ha contado con nosotros, al contrario de lo que sería lógico y deseable.

La labor del historiador suele producirse lejos de los focos y de las urgencias de las políticas públicas de memoria, que se rigen por criterios diferentes a los de la historiografía. Entendemos que en ello se basa la utilidad del historiador para la sociedad vasca. Y, en todo caso, seguimos a su disposición para una cuestión tan relevante como la historia del pasado reciente, que necesita la consulta a la historiografía profesional, que no cabe sustituir por aproximaciones desde otras perspectivas.

Firman también este artículo: Víctor Manuel Amado, Mercedes Arbaiza, Jesús Casquete, Luis Castells, Pedro Jose Chacón, José Javier Díaz Freire, Javier Fernández Sebastián, José Luis de la Granja, Sara Hidalgo, Iñaki Iriarte, Virginia López de Maturana, Félix Luengo, Guillermo Marín, Fernando Martínez Rueda, Ludger Mees, Manuel Montero, Pedro Novo, José Mª Ortíz de Orruño, Santiago de Pablo, José Antonio Pérez, José Mª Portillo, Antonio Rivera, Coro Rubio, Rafael Ruzafa, Javier Ugarte y Erik Zubiaga.