Hipótesis de pasado

Quince días antes, claro, Quim Torra no estaba decretando el confinamiento inexpresado, sino participando en un mitin multitudinario en Perpiñán junto a Puigdemont. Doscientas mil personas, según la organización. Todas muy juntas y emocionadas. Muchas viajaron a Perpiñán en autobuses fletados para la ocasión. Desde Barcelona. O desde Igualada.

A favor de Meritxell Budó, hay que reconocer lo evidente:de haber sido independientes, la Generalitat no habría celebrado un mitin independentista en Francia. En justa reciprocidad, haría bien la Generalitat en explicarles a los catalanes cómo, habiéndolo visto venir todo con tanta claridad, y teniendo competencias para regalar, no aprovecharon los quince días de ventaja para preparar al máximo los hospitales y las residencias o para almacenar en el Nou Camp una cantidad asombrosa, nunca vista, de mascarillas, test, trajes de protección y respiradores.

Estábamos esperando del Gobierno una postura recta y sensata respecto al 8-M («Ahora sabemos que fue un error, deberíamos haber reaccionado antes»), cuando la Generalitat nos recuerda, sin querer, pero presumiendo, Perpiñán. Pues nada, vamos a ello. Fíjense que es raro que, teniéndolo todo tan controlado y estando tan al nivel de los países más eficientes, Torra se mostrase enPerpiñán «muy contento de abrazar a los compañeros». O que Puigdemont anunciase contentísimo, entre banderas, que «los tiempos mejores ya están aquí».

Atención, que después de los niños salen los 'runners'. Comienza a sonar y sabemos cómo funciona: rumor, reacción, expertos, autonomías diciendo que la idea es suya, anuncio oficial que ya no sorprende a nadie, autonomías diciendo que si la idea no es suya les parece mal, más expertos, lío en el Gobierno, confusión, norma de prosa vanguardista que llega al BOE a deshoras. Bueno, pues la posibilidad de salir a hacer algo de deporte inicia ese ciclo. Ymuy bien, claro. En realidad, me preocupa más la parte del espíritu. Creo que hay que ir pensando en dejar salir también a los poetas. Que vayan al parque.Necesitan chequear la primavera. Los filósofos, en cambio, creo que aguantan. En los periódicos no cabe un filósofo más diciendo cosas. Y en la tele está siempre otro colega, el ministro de Sanidad. Igual pasan sin ir al parque, los filósofos. El confinamiento está siendo para ellos como el jardín de Epicuro.

Después del lío, el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil mandó ayer un mensaje misterioso. Hizo un resumen de su hoja de servicio y concluyó que las personas están por encima de las ideologías. El resto del comité técnico aplaudió, pero es raro que un día después un portavoz no salga a decir nada comprensible. Por más que lo que diga suene bien. Pero es que el general podría haber dicho del mismo modo que, tras haber estado en las misiones más complejas, lo que él tiene claro es que, como te quiere un perro, no te quiere una persona.