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El ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo. EFE
Golpe de estadio

Golpe de estadio

Martes, 24 de abril 2018, 01:29

No se puede cambiar de caballo en plena carrera, sobre todo cuando no hay caballo, aunque siga dando coces fuera del hipódromo. El ministro de Cultura ha hablado de mí como candidato al Cervantes (en un acto celebrado en Málaga el 14 de abril). Ya ... me caía simpático, pero ahora mucho más. Me ha puesto en el trance de aquel señor que iba por la calle y le preguntó un guardia de la circulación: «¿Es suyo ese Rolls-Royce mal aparcado?» «No, pero muchas gracias por haberlo creído», respondió. Tenía yo doce años, que es una edad buena para todo, pero mala para la inocencia, cuando fui por primera vez a La Rosaleda a ver al Málaga, que antes se llamó Malacitano cuando jugaba en los Baños del Carmen y los goles no se podían cantar en el graderío por falta de graderíos. Cuando el balón caía al mar, un barquero lo devolvía al campo, que era de tierra, chorreando Mediterráneo. Si se tienen 90 años y un trimestre se le puede dar la tabarra a cualquiera, contando con su misericordia, pero sin olvidar que la vida sigue mientras estemos vivos.

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