Futbolín estratégico

Ya en el ámbito gubernamental, el presidente Sánchez se grabó un vídeo el fin de semana hablando por teléfono. Para dar cuenta de la gravedad de la situación internacional, frente a él no solo tenía un ordenador y un cactus pequeño, sino también un libro muy grueso, que no se sabía si era un Aranzadi o un diccionario de la Academia. La utilidad de cualquiera de ellos en una crisis en Europa Oriental es misteriosa, pero probablemente decisiva.

En Podemos insisten con la tabarra de que España es el país del 'No a la guerra'. Como si el problema no fuese que Putin es el autócrata del 'Sí a la invasión'. Para situar el debate en un cenit sofisticado, el portavoz socialista Sicilia aportó ayer otra idea: «El PSOE es el partido del 'No a la guerra'». Y así estamos. Nuestro tablero geoestratégico es un futbolín. Pablo Fernández, el candidato de Podemos en Castilla y León, celebró que el PSOE rectificase con el belicismo justo cuando la fragata 'Blas de Lezo' salía para el Mar Negro llena de misiles. El ministro Albares salió por su parte a rectificar a Podemos y a recordarles que ellos son el Gobierno. Cierren por cierto los ojos cuando interviene el ministro. El tono es tan litúrgico que en las pausas cuesta no ponerse en pie. Y extraña que no comience a sonar un órgano.

Por desgracia, no todos los países tienen nuestro encanto disparatado. Ayer, mientras la OTAN ponía a sus tropas en alerta, Boris Johnson amenazaba a Putin con que Ucrania será para él «una nueva Chechenia». Con tal de tapar sus escándalos domésticos, Johnson es capaz de bombardear Moscú personalmente. Ojalá Pedro Sánchez tenga al menos en la pantalla del ordenador, o en la tapa del Aranzadi, un post-it con colorines, muy subrayado: «Sobre todo, no hacerle caso a Boris».

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaron ayer en un comunicado que han acordado «interrumpir su relación matrimonial». El país aún recuerda que la infanta Elena y Jaime de Marichalar anunciaron en su día el «cese temporal de la convivencia». Se preguntan los poetas dónde va el amor cuando termina. Pues bien, si no es plebeyo, el amor se transforma en prodigio semántico. Chris Martin y Gwyneth Paltrow anunciaron en su comunicado de divorcio que habían acordado una «desconexión consciente» de su pareja. El magnate Bezos y su exmujer MacKenzie comunicaron por su parte que se separaban «tras un largo periodo de exploración amorosa». La clave en lo de Urdangarin está en que no hay admiración. Eso es lo inaudito. Se divorcian hoy admirándose tanto las parejas que parece que, de pura admiración, no pueden resistirse a pedirse mutuamente un autógrafo, solo que frente a los abogados.

La vicepresidenta Díaz visitó el Vaticano y vio al Papa. El presidente Sánchez visita la Conferencia Episcopal y se reúne con el cardenal Omellá. No es tan difícil llevarse bien. El máximo representante de los obispos celebró la cordialidad del encuentro. Nunca antes había ido un presidente a verles. A continuación se anunció que de las 34.961 propiedades que la Iglesia inscribió como el rayo con la reforma de la Ley Hipotecaria de Aznar hay mil irregulares. Errores de Registro, explican los obispos. Pecadillos que no costará arreglar.