Exposición de Bienzobas: no con mis impuestos

¿Se imaginan los lectores que se patrocine desde su ayuntamiento una exposición de la obra de un violador reincidente mientras cumple condena por las violaciones cometidas? ¿Cabe en alguna mente sana? ¿Cabe entre quienes quieren deslegitimar el terrorismo que ETA ha practicado durante décadas en toda España envileciendo el nombre del País Vasco, de Euskal Herria? No.

Bienzobas ya había matado antes de asesinar al profesor de Derecho Constitucional Tomás y Valiente. El 10 de junio de 1990 efectuó tres disparos a la cabeza del bilbaíno Rafael San Sebastián Flechoso mientras desayunaba en la cafetería Gwendolyne de Getxo provocándole la muerte en el acto. ETA, la organización criminal a la que pertenecía Bienzobas, a través de un comunicado que días más tarde publicó su diario oficioso, Egin, expresó su «más seria y sincera autocrítica por esta equivocación y error irreparables».

La Audiencia Nacional no ha visto razones para ordenar que se desmantele la exposición de cuadros del terrorista Bienzobas. Según el magistrado que ha firmado el auto, el hecho de que un convicto por delitos de asesinato muestre los cuadros que ha realizado en prisión en una sala de exposiciones pública no entraña humillación o menosprecio a las víctimas del terrorismo. No soy una voz autorizada para polemizar jurídicamente con el magistrado sobre si los hechos son o no constitutivos de delito. Es una tarea que, en todo caso, corresponde a sus pares. Como todo producto, constructo o institución producida por los humanos, la justicia no es perfecta ni tampoco es omnicomprensiva. En este caso de la exposición de cuadros de un consumado terrorista sí hay algo que molesta y humilla, y mucho, a las personas que hemos conocido los efectos del terrorismo de cerca, en la forma de asesinato de un familiar; aunque tal vez los hechos de la exposición de cuadros aludida se resistan a ser enmarcados dentro de la descripción delictiva tipificada en el artículo 578 del Código Penal.

Indigna que a un terrorista se le proporcione un espacio público que se financia, al fin y al cabo, con los impuestos de todos los contribuyentes del territorio de Bizkaia.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) aspira a la construcción de una memoria sanadora de lo ocurrido con el fenómeno terrorista, a que las instituciones a través de sus múltiples proyectos contribuyan a forjar una memoria basada en la verdad y en la justicia. Para que el horror del terrorismo no se reproduzca, entre otras cosas, hay que deslegitimarlo. No cabe una deslegitimación del terrorismo a través de la realización de 'ongietorris' o de la discriminación positiva a los presos por terrorismo, como es el caso de la exposición de Bienzobas. No con mis impuestos. Pido a la Diputación foral de Bizkaia que, si desea hacer pedagogía contra la radicalización violenta y deslegitimar el terrorismo, desaconseje a los municipios la realización de exposiciones como la de Galdakao porque es humillante para las víctimas y quiero creer que disgusta a muchísimos ciudadanos, por poner en lugar preferente a una persona que ha practicado el terrorismo.