Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ha sido el hombre más satirizado de la campaña electoral, el primer patinazo del PP, pero confieso que me gustó su gesto elegante de permanecer junto a Casado en la tarima de Génova la noche de la derrota. Hablo de Suárez Illana, el 'número dos' ... de la candidatura de ese partido al Congreso de Diputados por Madrid. Otro en su lugar se habría mantenido lejos de esa foto. Otros y otras. Los mismos y mismas que se habrían atornillado a Casado y hasta se habrían casado con él de haber salido airoso en ese lance. Suárez Illana, en cambio, ahí estuvo impertérrito al pie de un cañón sin munición, aguantando la vela del estropicio, dando la cara para que se la partieran los encuadres televisivos. Esa cara que él sabe poner de retrato de Carlos III pasado por el Photoshop del laboratorio de Faes, que es el mismo que le quita y le pone el bigote a Aznar.
Suárez Illana se da unos divertidos aires de padre de la patria que hacen que uno le tome cariño; adopta una pose como de que hubiera parido, no ya la UCD que fundó su padre cuando él aún llevaba pantalón corto, sino la Ilustración misma, la Constitución del 12 y hasta la Declaración de Independencia norteamericana si te descuidas. A Suárez Illana, en efecto, según se gira ante las cámaras y le cae la luz en los ángulos del rostro o en la peluca dieciochesca, se le puede confundir incluso con Thomas Jefferson, lo cual no ha estado mal para unos comicios que han sido una impostura general de reencarnaciones históricas y en las que el pobre Casado ha pagado todos los platos rotos de su partido. Los electores han querido castigar en él la paz fría y desideologizada de Rajoy, la guerra de Aznar, las guerritas de Cospedal con Soraya y hasta las deserciones de Herrero de Miñón o Hernández Mancha. La verdad es que el dos del PP por Madrid -es decir, Suárez 2- no ha desentonado nada ante un Pablo Iglesias que iba de San Pablo en su carta a los corintios, un Abascal que se creía Don Pelayo y un Sánchez al que le ha salvado el CIS campeador.
A Suárez 2 se le recordaba por un mitin en Albacete en el que quiso ganar votos asegurando que todas las chachas que habían tenido en su casa eran de esa provincia. Ahora ha renovado su repertorio y dio el disparo de salida de la campaña hablando de fetos que eran asesinados en Nueva York después de nacer y de decapitaciones a manos de los neandertales. Parece obvio que confundió al hombre de Neandertal con el Estado Islámico y que tuvo que llamar a un despacho de abogados de Manhattan para que le aclararan la confusión. Pero nunca podrá achacársele que huyó cuando el barco hacía aguas. Nunca se podrá decir de él lo que sí puede decirse de alguna que le seguía en la lista y que tiene una graciosa tendencia a escapar dando zancadas con los zapatos impropios de aguja cuando la foto no le favorece. Como un antílope en la selva huyendo de las llamas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.