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'Sólo sí es sí' ·

Belarra insiste en que la ley es «sólida» mientras llegan pulseras para los agresores excarcelados

Jueves, 19 de enero 2023, 00:13

La ley del 'sólo sí es sí' entró en vigor hace cien días. Y pronto serán doscientos los agresores sexuales que gracias a ella han visto reducidas sus condenas. Alrededor de una veintena se han visto directamente en la calle. Ayer la portavoz Rodríguez y ... el estratega Bolaños lo definieron así: «Efectos indeseados». Como un efecto indeseado es la consecuencia de una acción desacertada y una acción desacertada es un error, podría detectarse en sus palabras algo lejanamente parecido a una asunción de culpa. El problema es que un error en el Código Penal es tan grave que importa más la rectificación que la confesión. Manuela Carmena explicó ayer por qué la ley no se modifica: «Aquí ha habido una actitud de soberbia infantil». No tardó la ministra de Derechos Sociales en demostrarle que estaba equivocada: la soberbia no es infantil sino oceánica. Y tiene que ver con el fanatismo antes que con la inocencia. «Nunca me habría esperado de una persona como Carmena que estuviera en contra de la ley del 'sólo sí es sí'», dijo Ione Belarra argumentando sin inmutarse de modo fraudulento y activando lo que es ya un resorte constante en Podemos: evitar la refutación de la crítica señalando personalmente al emisor. La víspera, Victoria Rosell había anunciado que las víctimas podrán solicitar que les coloquen dispositivos de control telemático a sus agresores excarcelados. Lo hizo definiendo las excarcelaciones como «sorpresivas», lo que hace pensar en que no las decidieron jueces aplicando la ley del Gobierno, sino grupos de magos sacando sentencias de las chisteras bajo los efectos del LSD. Lo corroe todo esa interpretación de la política como un juego privilegiado en el que cualquier cosa puede taparse con estrategias de comunicación que sulfuren al rival y cierren las filas propias. De ese modo, las pulseras no llegan, si llegan, para paliar los errores de una ley precipitada, sino porque la ley es «sólida». Lo dijo ayer Ione Belarra. Con doscientas rebajas de condena, roza ya el delirio cómico. Como si el médico que te ha amputado un brazo operándote de apendicitis te anunciase que va a ponerte una prótesis pero en ningún caso porque a ti te falte un brazo o porque la operación de apendicitis no fuese un gran éxito que transcurrió según lo previsto.

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