Efectico mariposa

«La cohesión territorial en España impresiona», pensará usted si es extranjero. Y yo voy a sacarle de su error: es solo la política española atravesando la primavera del golpe maestro, la edad de oro de la genialidad táctica. ¿En medio de una pandemia y una campaña de vacunación? Cállese, hombre, no sea pusilánime. Aunque voy a darle un poco la razón por el lado de la cohesión: lo de Murcia comienza en gran medida en las elecciones catalanas de febrero. Como empezó en Cataluña en 2017 mucho de lo que se nos viene encima.

Por ejemplo, el lío legal en la Asamblea de Madrid, que no se sabe si ha sido disuelta por la presidenta o resucitada por las mociones de censura de la oposición. O el modo en que la campaña electoral va a sumergir al país entero en un océano de populismo y juego sucio. Guerra cultural con extra de guerra de vacunas. Si pueden exiliarse, ni lo duden. Porque pinta tremebundo. Como cuesta elogiarla por cosas normales, a Díaz Ayuso se le celebra ya lo providencial. «Socialismo o libertad», matizaba ayer la presidenta en términos muy realistas y autonómicos. Lo hacía mientras se multiplicaba por las redes un montaje en el que se la veía transformada en Agustina de Aragón, que como se sabe era de Barcelona, luchó en Zaragoza, vivió en Valencia, murió en Ceuta, y todavía no pisó Madrid ni para ir a un musical en la Gran Vía. Si les parece mucho disparatar, esperen al candidato que puede salir del laboratorio de Iván Redondo. De repente, Ramoncín. O Puigdemont. O Corbalán.

Por no hablar del susto que va a llevarse Ángel Gabilondo cuando mañana o pasado se pase Telégrafos para recoger los últimos cables y se entere de la que se ha liado en el país.

Todas las comunidades salvo Madrid acordaron ayer que el cierre perimetral en San José y Semana Santa se extienda por la Península. Cabe suponer que en Madrid, tierra de la libertad y hogar de los valientes, tienen en cuenta el detalle de que, con el resto de las comunidades cerradas, los madrileños podrán salir de Madrid para no poder entrar en ningún otro lugar. El viaje les resultará por tanto estático y confuso, como de LSD. La ministra Darias presentó ayer el cierre perimetral como «un acuerdo de país». Bueno, a ver qué pasa con eso. Tampoco será raro que, de aquí a Semana Santa, en España ya no haya autonomías y vivamos agrupados en cantones o tal vez en una confederación ibérica del kibutz liderada por Ignacio Aguado, al que le habremos dado el título de 'khan'. La ministra Darias volvió con lo de que se trata de salvar vidas y no festividades. La verdad es que es enternecedor: te lo explican como si fueses tonto.

Pablo Iglesias está en el Gobierno pero añora Twitter, que es donde era influyente. Por eso ayer intentó acuñar un meme. «¿Sabe la diferencia entre Paca la Piraña y el señor Abascal?», le preguntó a Espinosa de los Monteros en la sesión de control. Pero la escena se la robó Nadia Calviño, que, justo cuando se sentaba categórico, se inclinó sobre él y le preguntó: «¿Paca qué?». De pronto, el meme era Iglesias. Por comparación con una política que pregunta lo que no entiende, o sea, que es inteligente y no tiene tiempo para ver todas las series de moda.