La débil esperanza de que el diálogo entre Gobierno y oposición de Venezuela abierto en Ciudad de México pudiera alumbrar un mínimo acuerdo político que, a su vez, ayudara a encauzar la grave crisis económica y social del país saltó finalmente por los aires. La ... extradición desde Cabo Verde a Estados Unidos de Alex Saab, considerado testaferro de Nicolás Maduro y acusado de blanqueo, representa un duro golpe para el presidente chavista a juzgar por su reacción: encarcelar a seis exdirectivos de la filial estadounidense de PDVSA a los que mantenía en arresto domiciliario y congelar el proceso de conversaciones con los opositores auspiciado por Noruega que debía reanudarse el domingo. Maduro jugó fuerte para impedir la entrega a la Justicia de Florida del turbio intermediario colombiano al que quiso blindar con la nacionalidad venezolana y estatus diplomático. De nada sirvió frente a la impaciencia de una Administración norteamericana que supuestamente apoyaba el proceso negociador. El pulso, con Iván Duque hostigando también a Maduro desde Bogotá, lo pagan los millones de ciudadanos que viven al borde de la subsistencia entre recortes y carencias sin fin.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad