El cambio de la parte socialista del Gobierno respecto al futuro del Sáhara, calificando la propuesta autonomista de Marruecos de 2007 como «la más seria, realista y creíble» en una carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI, cosecha el desacuerdo de todos los demás grupos ... parlamentarios. La irreversibilidad que trasluce la decisión invalida el necesario debate que el presidente ha hurtado a su propio partido y a su Ejecutivo. El secretismo con que se ha conducido La Moncloa se somete a las exigencias de la monarquía alauí. El hecho de que Sánchez incluya sus explicaciones al respecto en una comparecencia ante el Congreso posterior al Consejo Europeo de hoy y mañana trataría además de vincular el giro a los designios de la UE. Según el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el viraje no rompe con la política mantenida por España durante todo el período democrático. El portavoz parlamentario socialista se refirió a la resolución 2620 de la ONU, de 29 de octubre pasado, y sostuvo de manera falaz que valida la defensa unívoca de la autonomía dentro del reino marroquí. La fórmula de Sánchez no resulta ni seria, ni realista ni creíble como punto de encuentro entre «las partes».

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