Pasar página
Editorial ·
La «nueva etapa» postcovid anunciada por el Gobierno vasco no puede aparcar una respuesta a las carencias de Osakidetzael correo
Sábado, 12 de febrero 2022, 00:06
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Editorial ·
La «nueva etapa» postcovid anunciada por el Gobierno vasco no puede aparcar una respuesta a las carencias de Osakidetzael correo
Sábado, 12 de febrero 2022, 00:06
Euskadi amanecerá el lunes sin restricciones, lo que trasladará la vida social a un escenario muy próximo al de la ansiada normalidad. Superado el pico de la sexta ola, cuya extrema contagiosidad no acertaron a prever las instituciones, resultan reconfortantes los avances en el control ... de la pandemia que han permitido dar ese paso. Es de esperar que esta vez se consolide y no se produzcan retrocesos como los de meses atrás. Alimentan esa confianza un 93% de la población diana vacunada, la inmunidad natural adquirida por las decenas de miles de infectados por ómicron y la baja letalidad de esa variante. Sin embargo, el hecho de que los habitantes de amplias zonas del planeta estén todavía sin proteger y la eventual aparición de otras cepas invitan a actuar con cautela. Lo ha hecho el Gobierno vasco, aunque ayer imprimió un giro a su discurso al anunciar «una nueva etapa» focalizada en la «recuperación, relanzamiento y transformación» de nuestra comunidad y al dar por superada la fase más dura del covid, lo que ojalá se confirme, pero no depende exclusivamente de su voluntad.
No es objetable que el Ejecutivo se fije como prioridades la adaptación de la economía al entorno digital; hacer frente a la emergencia climática, el envejecimiento de la población y las necesidades de vivienda y empleo de los jóvenes, o reformular el sistema de cuidados a los mayores, como apuntó el lehendakari en el Parlamento. Lo que llama la atención es que en el «tiempo fundacional» del que habló haya sido aparcado de un plumazo el virus como si se tratara de un problema zanjado para siempre, y el contraste entre el optimismo al respecto exhibido ahora y los mensajes repletos de temores de hace unos pocos días, sin que la situación epidemiológica haya cambiado de forma sustancial.
Todos los desafíos citados por Iñigo Urkullu merecen la máxima atención de un Gobierno que, en el año y medio transcurrido de legislatura, ha concentrado lógicamente sus esfuerzos en la lucha contra la pandemia y sus efectos, con un balance desigual. Un Gobierno que, pese a contar con el mayor gasto sanitario por habitante del país, no puede presumir de haber sobresalido por su singular eficacia en la gestión de una crisis que le ha desgastado ante diversos sectores. Pasar página a una realidad tan incómoda, si la evolución del virus lo permite, no le exime de rendir cuentas ni de afrontar las carencias detectadas en Osakidetza, que exigen soluciones inmediatas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.