La paulatina sustitución de las energías fósiles por otras fuentes respetuosas con el medio ambiente es un proceso sin marcha atrás. Su desarrollo, esencial para combatir con eficacia las nefastas consecuencias del calentamiento global, contribuirá además a actuar conforme a una de las principales lecciones ... que conviene extraer de la guerra en Ucrania: la necesidad de combatir los riesgos inherentes a una elevada dependencia exterior en ese terreno, manifestados en eventuales problemas de abastecimiento -más probables cuanto menos de fiar sea el suministrador- y en una consiguiente escalada de los precios. Las energías renovables en sus diversas modalidades -las ya conocidas y otras aún en estado embrionario pero con gran potencial de futuro, como el hidrógeno verde- constituyen una alternativa limpia a la par que barata, cuyo impulso es ineludible para emprender con garantías la descarbonización del tejido económico y reducir la supeditación a terceros. Así lo ha entendido el Gobierno vasco con una decidida apuesta por la eólica que pretende elevar a corto plazo el raquítico 10% de su consumo total que produce Euskadi.
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La consejera Arantxa Tapia anunció ayer la puesta en marcha el próximo año de dos nuevos parques de ese tipo. Ambos estarán ubicados en Álava -en Labraza y en los montes de Azaceta- y han sido promovidos por la Administración vasca junto a Iberdrola. El hecho de que se trate de las primeras infraestructuras de esa índole que entrarán en funcionamiento en nuestra comunidad desde 2006 ilustra sobre el contraste entre el amplio consenso social existente en torno a las energías renovables y los recelos -cuando no frontal oposición- que suele despertar en ayuntamientos y grupos vecinales la instalación de molinos de viento en el entorno más próximo. El giro hacia el pragmatismo dibujado por EH Bildu en Gipuzkoa, no sin desgarros internos, sugiere cambios en ese sentido, que precisan más pasos para materializarse.
Dieciocho proyectos de generación que suman 603 MW -algo más de la potencia actual de los existentes- se encuentran en distintas fases de desarrollo. Aumentar el autoabastecimiento de Euskadi exige disponer de más parques eólicos, cuya autorización y actividad han de estar rodeadas de la máxima transparencia y de un escrupuloso respeto a la protección del medio ambiente. Asumirlo superando antiguos clichés no es solo un ejercicio de realismo, sino una necesidad para sentar las bases del bienestar futuro.
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